El camino de España al Mundial 2026: ¿por qué no sabe quiénes son sus rivales en la fase de clasificación?

El Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, representa el próximo gran desafío para la selección española. Bajo el liderazgo de Luis de la Fuente, el equipo afronta esta etapa con la ambición de consolidar su dominio tras el éxito en la Eurocopa. Sin embargo, el camino hacia la cita mundialista está lleno de incertidumbres debido a los complejos mecanismos de clasificación establecidos por la FIFA.

La expansión del Mundial de 32 a 48 equipos ha añadido tres plazas más para Europa, pasando de 13 a 16. Este cambio también ha modificado el formato de clasificación, reintroduciendo grupos de cuatro equipos, algo que no ocurría desde la clasificación para Italia 1990. Europa contará con 12 grupos: seis de cuatro equipos y seis de cinco. Los campeones de grupo obtendrán la clasificación directa, mientras que las subcampeonas y otras selecciones elegibles competirán por las últimas cuatro plazas en una repesca.

¿Cuáles son los rivales de España en la fase de grupos?

Para España, la situación es particularmente compleja debido a su participación en la Liga de las Naciones. Los cuartos de final de este torneo, que se disputarán en marzo de 2024, determinarán en qué grupo de clasificación quedará encuadrada la selección. Si vence a Países Bajos y accede a la Final Four, estará en un grupo de cuatro equipos, con un margen más estrecho para errores. Para este caso le ha tocado el grupo E en el sorteo. Sin embargo, si España pierde caerá en un grupo de cinco selecciones, el grupo G, con más partidos para buscar la clasificación.

Las fechas también suponen un rompecabezas. Muchas selecciones no podrán iniciar su camino al Mundial en marzo debido a compromisos con la Liga de las Naciones, lo que retrasa el inicio real para algunos grupos hasta septiembre. Este formato complica la planificación y aumenta el riesgo de que un tropiezo pueda costar caro.

Con un legado mundialista que incluye un título en 2010 y una racha de clasificaciones consecutivas desde 1978, España buscará mantenerse entre las potencias del fútbol. Pero el reto no será fácil: el formato exige consistencia y adaptación rápida, factores clave para una generación que quiere volver a hacer historia.

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