5 cracks que llegaron a lo más alto después de grandes frustraciones
Por Daniel Szwarc
Estos grandísimos jugadores debieron morder el polvo para luego festejar.
1. Antoine Griezmann
Perder una Euro como local siendo el gran favorito fue un duro golpe que Griezmann tuvo que saber cómo afrontar. Por suerte para él y para toda Francia, la caída ante Portugal serviría de experiencia y dos años más tarde Les Bleus se consagraría campeón del mundo por segunda vez en su historia en Moscú.
2. Ronaldo
A uno de los mejores delanteros de todos los tiempos le tocó caer en la final del mundo de Francia 1998. Tras ser figura en los partidos previos, Ronaldo no llegó en las mejores condiciones a aquel partido y tuvo que ver como Zidane y compañía levantaban la Copa. La revancha llegaría cuatro años más tarde en Corea - Japón. El brasileño le ganó a las lesiones, la rompió toda y festejó contra Alemania su segundo título mundial.
3. Cristiano Ronaldo
A CR7 no le faltaron títulos a nivel clubes, pero con la selección portuguesa tenía una gran deuda pendiente tras lo que fue la frustración de la Euro 2004 en la final perdida con Grecia como local. Doce años después de aquel trago amargo, Ronaldo festejó el primer título con su país dando la sorpresa en la Euro de Francia 2016.
4. Kaká
Sus goles y asistencias no fueron suficientes para que el Milan, después de ir ganando 3 a 0, se quedara con la Champions 2005. En aquella recordada final de Estambul, Liverpool reaccionó a tiempo y se consagró en los penales.
Sin embargo, el tiempo le daría la revancha a Kaká y a lo grande. En 2007 y frente al mismo rival, el brasileño levantó la Orejona y se consagró como el mejor jugador del mundo de aquel año.
5. Arjen Robben
Robben, quien ya había sido derrotado en una final de Champions ante Inter en 2010, se preparaba para festejar en la final de 2012 que se jugaba en el Allianz Arena. Sin embargo, el holandés desperdició un penal en el alargue y Chelsea se consagró por esa vía tras los 120'. Por suerte para Arjen, la revancha llegó rápido: apenas un año después él mismo marcó el gol con el que el Bayern celebró el título en la final frente al Borussia Dortmund.