Barbuto: ”Los hombres tienen que entender que vinimos a ocupar los lugares que nos corresponden"
Por Hernan Horo
Es indudable que 2019 ha sido el año “bisagra” en el despegue del fútbol femenino en Argentina: contratos profesionales para muchas de las jugadoras, una destacada actuación en el Mundial de Francia, medalla plateada en los Panamericanos de Lima y, por si fuera poco, el debut de la Superliga femenina en septiembre. Nada mal.
Lucía Barbuto, de 33 años, es la presidenta de Banfield desde 2018. Desde su lugar, ella también fue, y es, protagonista de la evolución del fútbol femenino. Hasta el momento, nuestra entrevistada de la fecha es la única mujer en ocupar un cargo de estas características dentro de la AFA.
Además, Barbuto puede decir con orgullo que Banfield fue el primer club en Argentina en restituirle el cargo de socio a 11 personas detenidas-desaparecidas en la última dictadura militar que sufrió el país, entre 1976 y 1983. “Era una deuda que teníamos como club. Al acto vinieron dirigentes y representantes de todos los equipos y la idea es que puedan copiar lo que nosotros hicimos. Hay 30.000 desaparecidos y es obvio que en un país futbolero como este todos los clubes deben tener por lo menos un caso. Para nosotros, sería gratificante que lo puedan replicar, que no queden socios en una condición que no les corresponde”.
¿Cuál es la evaluación que realizás de este 2019 para el fútbol femenino en Argentina?
En una de las primeras reuniones que tuve con Chiqui Tapia (ndR: presidente de la AFA) me había planteado la idea de hacer crecer al fútbol femenino, de trabajar juntos para que crezca cada día más. En esas primeras charlas todo se veía más lejano pero él se comprometió y cumplió.
Esto nos da armas y vía libre para que cada uno de los clubes pueda también hacer que el fútbol femenino en cada club crezca cada vez más.
¿Cuáles son los aspectos a mejorar?
Siempre se puede mejorar. Hay que seguir trabajando porque las realidades van cambiando y uno tiene que ir adaptándose. Al ser algo relativamente nuevo, estamos aprendiendo y entonces surgen problemas que no habías tenido en cuenta. Sobre la marcha se van modificando y agregando cuestiones.
No pasa con el fútbol masculino porque lo tenemos hace muchísimos años; ya está todo dicho y escrito. En el femenino, lo estamos escribiendo dia a dia, escuchando a las jugadoras, a la gente, a los/las que saben. La idea es que siga creciendo y que muchas más chicas, cada vez más jóvenes, puedan jugar al fútbol.
Estuviste en Francia acompañando a la delegación argentina durante el Mundial. ¿Cómo fue la experiencia?
Desde lo dirigencial, fue algo maravilloso. Por todo lo que aprendí, por haberme codeado con dirigentes de todo el mundo, tener la posibilidad de aprender de potencias que ya tienen futbol femenino hace muchísimos años.
Con las chicas también fue muy bueno porque es un grupo maravilloso. Aprendí a quererlas mucho en el tiempo que compartimos. Son excelentes jugadoras y creo que hicieron un papel extraordinario. Desde Argentina, nos mandaban videos y fotos con gente mirando los partidos y para nosotros era impensado. Eso las llenó mucho.
Para muchas nenas fue el primer mundial femenino que vieron por televisión. Para todas ellas, es un ejemplo hermoso que las chicas hayan jugado con tanta pasión y amor.
¿Cómo tomaste el conflicto posterior entre el entrenador y varias de las referentas?
Es parte del día a día del fútbol. Los que somos dirigentes sabemos que pasan estas cosas, siempre hay conflictos en cualquier grupo de trabajo. Si todos sabemos cual es el rumbo, creo que hay que ir por ese camino. Si hay discusiones y alguien se tiene que alejar, hay que respetarlo.
Confiamos en el entrenador y si él consideró en su momento que había jugadoras que no tenían que estar, se respeta su decisión.
Hace unos meses entrevistamos a Maca Sánchez y ella dijo que le hubiese gustado más apoyo de los jugadores varones. ¿Coincidís?
Lo ideal hubiese sido que el fútbol femenino fuese históricamente considerado de la misma manera que el masculino. Los cambios a veces necesitan un poco más de tiempo y por lo menos ya se dio un primer paso. Vamos avanzando cada vez más.
Los hombres tienen que entender que las mujeres vinimos a ocupar los lugares que nos corresponden por derecho, de la misma manera que a ellos. No venimos a competir ni a sacarlos, sino que queremos compartir estos espacios y creo que tenemos que estar todos juntos en esa lucha, tanto hombres como mujeres.
La lucha de las mujeres la entendemos más las que compartimos el género pero, por suerte, veo que también hay muchos hombres que empezaron un proceso de deconstrucción y que entendieron que el feminisimo nos abraza a todas y que los fortalece a ellos como varones.
Sos la única mujer en las reuniones de AFA. ¿Te sentís respetada?
Tuve muchísima suerte porque hasta el día de hoy nunca me sentí maltratada o discriminada. Siempre me han escuchado cuando tuve que dar mi opinión. Además,
tengo el apoyo de muchísimas dirigentes mujeres de otros clubes que fui conociendo en este tiempo.
¿Creés que tu caso puede servir de ejemplo para que otras mujeres accedan a posiciones similares?
¡Espero que sí! Sé que ya había muchas dirigentes trabajando en los clubes. Para las que no están en el día a día de lo que es ser un dirigente, por ahí ver que hay mujeres te ayuda a acercarte a tu club y darte cuenta que es una manera más de sentir el fútbol.
Hay muchísimas hinchas mujeres pero tal vez no eran tantas las que se acercaban a participar políticamente. Que mi caso sea visible tal vez ayude a que alguna le pique el bichito de la gestión y se acerque a colaborar.
La situación de Banfield en la Superliga de varones es cuanto menos compleja. Actualmente, se encuentra al borde de la zona del descenso y en el torneo actual apenas ha sumado 8 puntos, sobre 27 posibles.
Hernán Crespo, quien fuese el entrenador desde comienzos de 2019, dejó su cargo por los malos resultados a fines de agosto y en su lugar llegó Julio Falcioni, una leyenda dentro del club.
¿Por qué considerás que Crespo no logró mejores resultados?
Es un poco de todo. Tuvimos mala suerte, en algunos partidos no se jugó bien, en otros sí y así y todo no ganabamos. A veces son malas decisiones de los árbitros...tantas cosas que pasan.
Es así, es parte del fútbol. Así y todo, estoy orgullosa y muy agradecida porque sé que hicieron un excelente trabajo en el día a día. Él también lo sintió así. Es un hombre de fútbol y entendió que necesitaba resultados. No era el momento para él acá en Banfield.
¿Cómo tomaron la vuelta de Falcioni?
Todos los hinchas de Banfield tenemos con él ese amor y agradecimiento eterno por habernos dado nuestra segunda estrella. En el día a día, el trato es excelente.
Se había ido en su momento, a los meses de que yo asumí. Nos había pedido descansar y pasar tiempo con su familia y entiendo que eso es lo más importante. Comprendimos que su prioridad era recuperarse y ahora que volvió está feliz.
Verlo caminando por estos pasillos para nosotros es maravilloso.