Álvaro Pereira: "Cuando sucedió lo de Luis Suárez, sentimos que nos echaron del Mundial de Brasil"

A pocos días de retomar los entrenamientos con River Plate de Paraguay y con mate de por medio, el histórico futbolista de la selección uruguaya habló en exclusiva para 90min acerca de su presente en Asunción y de los momentos más significativos que tuvo en su carrera. Entre otras cosas, 'Palito' recordó los Mundiales que disputó con Uruguay, explicó por qué disfrutó más jugar en el Porto que en el Inter y se deshizo de elogios hacia el Maestro Tabarez, su "padre futbolístico".

Pereira llegó a la liga paraguaya a principio de año pero, debido al coronavirus, aún no tuvo la oportunidad de jugar muchos partidos junto a su nuevo equipo. De todos modos, se lo nota feliz y no puede disimular las ganas de volver a jugar.

¿Cómo te está tratando esta cuarentena en el Club River Plate de Paraguay?

Por suerte, ya empezamos con los test de COVID-19 y para el 10 de junio está pautado comenzar los entrenamientos en grupos reducidos. La voy llevando bastante bien, el paraguayo es muy respetuoso.

Tras unos años en el fútbol argentino (Quilmes y Argentinos Juniors) y un paso exitoso por Rumania (en el Cluj), lograste llegar a Europa, más precisamente al Porto. ¿Cómo fue jugar allí?

Recuerdo que estuve en la disputa entre el Benfica y el Porto. Yo estaba jugando una fecha FIFA con la selección, mientras los dirigentes del CFR Cluj de Rumania se juntaban a negociar con ambas instituciones. Le pedí al 'Maestro' (Tabarez) ir a firmar el contrato con mi nuevo club y él pensaba que yo iba a jugar en Benfica, cuando en realidad fui a firmar por el Porto. Fue una de las mejores decisiones que tomé en mi vida.

Desde que llegué a Portugal el trato fue increíble. Lo único que querían era que entre al campo a ser campeón. Me avisaban hasta cuando tenía que vacunar a mis hijos. Me tocó tener en mi primer año de entrenador a Jesualdo Ferreira que fue un educador que me ayudó mucho en mi posición. Nos quedábamos con Falcao una hora después de cada entrenamiento a practicar y por eso dice que soy el 'rey de su existencia', je.

Luego de 3 temporadas muy exitosas en el fútbol portugués, Pereira fue fichado por el Inter, que venía de pasar los mejores años de su historia tras ganar el famoso 'Triplete' de 2010 de la mano de Mourinho. El uruguayo destacó que si bien su calidad de vida mejoró, profesionalmente fue un error haber ido a la Serie A ya que le costó mucho adaptarse al fútbol italiano y a la idiosincracia del club.

"No fue el mejor momento para haberme ido. Llegué a un Inter que venía de ganar el Triplete, estaba en reestructuración y tenían otra mentalidad. En Porto cuando ganabas era Disney y cuando perdías era la Tercera Guerra Mundial. Pero en el Inter era muy diferente: un día estábamos perdiendo 3-0 frente al Atalanta, nos toca entrar junto a Ricky Álvarez desde el banco y finalmente termina 3-2. Al final del encuentro, entró un dirigente al vestuario, nos palmeó y nos dijo que "siempre no se puede ganar". Eso para mi fue un puñal en la espalda. Era consciente en dónde estaba jugando y sabía que teníamos que ganar todos los partidos. Ahí me pregunté si había hecho lo correcto al haberme ido de Portugal".

Si hubieras estado en el Inter que ganó la triple corona o en el de estos tiempos, ¿sentís que habría sido otra la realidad?

No lo sé. Yo quería seguir teniendo el mismo protagonismo que en Portugal y me costó adaptarme al fútbol italiano y su idea de entender la estrategia y esperar al rival. En Porto jugábamos 4-3-3 y salíamos a arrollar a todos los equipos; era atacar los 90 minutos. En Italia sentía que no me destacaba tanto y por eso no me fue tan bien. Sé que podría haber dado mucho más en el Inter.

¿Es una liga distinta al resto del mundo la Serie A?

Sí. Es una liga en la que cualquiera le puede ganar a cualquiera y a veces parece que los partidos duran cinco horas. En lo personal, me gusta más el golpe por golpe como en Inglaterra y en Portugal. Cuando me tocó irme a Brasil, disfrutaba los partidos porque se jugaba de esta misma forma.

En 2014 te fuiste cedido al San Pablo ¿Cómo fue tu paso por Brasil?

Contra el Corinthians y el Palmeiras era una guerra. Mi primer clásico fue contra el Palmeiras en el Pacaembú: les ganamos 2-1 y recién era mi tercer partido en San Pablo. Yo veía cómo lo vivían las hinchadas y le dije a un compañero que extrañaba eso. El sentimiento, el pueblo, la gente cantando por su equipo, todo. La decisión de haber ido a San Pablo fue increíble, en donde encontré un club del estilo europeo dentro de Sudamérica. Me gustaría regresar porque tengo un cariño muy grande por la hinchada.

¿Qué pasaría si te llaman del Corinthians o Palmeiras?

No iría a ninguno de los dos, les diría muchas gracias pero no, me debo al San Pablo. Estuve cerca de ir al Palmeiras, pero mi deseo siempre fue seguir en el tricolor, la gente sabe que soy san paulino.

En 2008, Pereira debutó con la camiseta de Uruguay, de la mano del histórico Oscar Washington Tabarez, un hombre que sería fundamental a lo largo de la carrera de nuestro entrevistado. Dos Mundiales disputados (entre los que destaca el tercer puesto conseguido en Sudáfrica 2010), tres Copas Américas e innumerables "batallas" disputadas son el saldo más que positivo que ostenta "Palito" con los charrúas.

¿Qué recuerdos tenés del Mundial de Sudáfrica 2010?

Entramos por la puerta de atrás, clasificando en el repechaje ante Costa Rica. No teníamos prácticamente lugar para dormir en Sudáfrica, pero la pasamos formidable, más allá de que hacía un frío de morirse. En la fase de grupos nos tocaron Francia, que venía de ser subcampeón, Sudáfrica que era local y un México potenciado que siempre llega a octavos o cuartos de final.

Fuimos pasando etapas y el equipo se fue engranando y haciendo fuerte. Cuando nos quisimos acordar estábamos primeros en el grupo y teníamos que enfrentar a Corea del Sur.

El partido frente a Ghana fue inolvidable, la locura del 'Loco' Abreu, la mano de Luis Suárez y nos quedamos hasta el último día. Lo generado en ese Mundial lo tuvimos que rectificar un año después en la Copa América que ganamos en Argentina. Cuando lo eligieron a Diego Forlán como el mejor jugador en Sudáfrica, para nosotros fue como salir campeones del mundo.

Durante el Mundial de Brasil 2014, en el encuentro frente a Inglaterra, sufriste un rodillazo de Raheem Sterling que te dejó conmocionado en el césped. El médico del plantel pidió el cambio pero vos le dijiste a Tabarez que no querías salir del campo. ¿Cómo fue aquella situación?

Cuando recibo el golpe, me levanto un poco mareado. Mi sentimiento era que estaba dejando a mis compañeros con uno menos. En ese momento empiezo a ver que Fucile estaba entrando en calor, que si se apuraba, yo no volvía a ingresar. Yo quería entrar a la cancha para estar once contra once y a la primera jugada que entré, pegué una patada para demostrar que estaba bien. Después del partido me hicieron estudios y se constató que estaba todo bien por suerte.

Al mes me pasó en San Pablo, que fue más grave, porque caí contra el piso y estuve más de un día internado. A partir de eso salió una ley que dice que cualquier jugador con una contusión cerebral tiene que salir del campo.

¿Cuánto les afectó realmente lo que pasó con Luis Suárez? (ndr: el uruguayo mordió a Chiellini durante el partido ante Italia y la FIFA, tras el encuentro, decidió aplicarle 9 partidos y 4 meses de sanción)

Cuando sucedió lo de Luis Suárez, sentimos que nos echaron del Mundial, anímicamente no preparamos el partido con Colombia de la mejor manera. Cuando finalizó aquel encuentro, se me acercó José Pekerman y me reconoció que nos habían sacado del torneo.

¿Qué significa el 'Maestro' Tabárez para los uruguayos?

Es un referente del fútbol mundial, es mi padre futbolístico. Que venga un entrenador y te pregunte cuando llegás a una concentración cómo está mi familia y que conozca cada detalle... Cuando te pregunta primero por lo humano antes que lo futbolístico, yo digo "por este señor yo doy la vida". Yo por el 'Maestro' mato. Dentro de la cancha podías cometer miles de errores pero siempre intentaba dar una doctrina de hacer las cosas simples. Siempre dice que con la selección no hay amistosos, que estamos defendiendo los colores de nuestro país. Le ha devuelto a Uruguay un sentido de pertenencia y la gente se hizo hincha del equipo.

Recuerdo que decía que tenía una cuenta pendiente que era promover aquellos jugadores que tuvieron rodaje en las selecciones inferiores y que podían llegar a la mayor. Creo que lo ha logrado con Nahitan Nández, Rodrigro Bentancur, Federico Valverde, Brian Lozano, Guillermo Varela, Jose María Giménez, Diego Laxalt, Gastón Silva...Yo creo que ese objetivo lo pudo cumplir y ojalá lo tengamos para rato. Sabemos de todos sus problemas físicos, pero mentalmente está bien.

¿Te buscaron de Boca y River en algún momento?

En 2014, tras terminar el torneo con San Pablo, me llamó Enzo Francescoli (mánager de River) para preguntarme por mi situación. Al tiempo, me sonó el teléfono y era Marcelo Tinelli (vicepresidente de San Lorenzo en aquel entonces) y también me consultó por la posibilidad de arribar a la Argentina. A Juan Simón (mánager de Boca entre 2014 y 2016) le dije que me seducía la chance de ir a Boca pero finalmente no se dio.

Después de haber jugado en Estudiantes y Getafe, me llamaron Guillermo Barros Schelotto y Daniel Angelici para comunicarme que, si quería ir a Boca, tenía que tramitar la nacionalidad argentina para no ocupar cupo de extranjero. Tramité todo y obtuve la nacionalidad pero me dijeron que le iban a renovar a Jonathan Silva. Y ahí surgió la posibilidad de ir a jugar a Cerro Porteño.