Ansu Fati arranca la temporada más enchufado que nunca
Por Adrían Marcos
Sobresaliente, brillante, increíble, decisivo, determinante, soberbio... los adjetivos se quedan cortos para definir el estreno del joven de 17 años en esta edición de LaLiga. Ansu Fati ha cerrado la boca de todos aquellos que hace un año aseguraban que su efecto sería flor de un día con un encuentro redondo. Media hora necesitó el extremo para dejar por los suelos las esperanzas de victoria del Villarreal y se ganó el honor de ser nombrado 'hombre del partido'.
Ronaldo Koeman le dio la titularidad y él cogió los galones para hacer olvidar a Luis Suárez en menos de 20 minutos. Primero aprovechó una gran internada de Jordi Alba por la banda para aparecer dentro del área y fusilar a Asenjo, y después culminó un contragolpe de manual que dirigió Coutinho. Algo que no solo demuestra que tiene velocidad, desborde y descaro de sobre, también gol y eso es lo que puede llevarle a marcar una época a nivel mundial.
A sus 17 años, Ansu Fati estrenó el casillero de goles del FC Barcelona esta temporada y ya son nueve con la camiseta azulgrana. Una cifra que reluce aún más si se acompaña con el dato de que tan solo ha ejecutado 15 disparos a puerta en este año repleto de primeras veces. Debut con el equipo, gol en LaLiga, gol en la Champions, debut con la selección absoluta y gol, y otros dos más para dar el pistoletazo de salida a una nueva temporada en la que promete muchas alegrías al barcelonismo.
Más allá de su puntería de cara a puerta y su acierto a la hora de tomar decisiones, Ansu Fati está llamado a ser titular en un equipo en el que representa a la perfección lo que quiere su entrenador. Koeman busca cambiar el dominio con la posesión de los últimos 15 años por el asedio constante basado en la verticalidad, y ahí sus extremos son vitales, lo que convierte al aún menor de edad en protagonista indiscutible de su juego.
Hoy Ansu Fati se entendió a la perfección con Jordi Alba, que parece haber recuperado su mejor nivel y si el físico le acompaña será clave, con Coutinho, que ha llegado para quedarse, y con Leo Messi, que ha encontrado un socio a quien ceder el testigo cuando ya no esté. El chico se ha ganado la confianza del vestuario, del cuerpo técnico, de la directiva y, sobre todo, de la afición, después de un partido que bien le sirve para recuperar el apodo de 'Enchu Fati'.