El ataque de España no está al nivel de las grandes selecciones

El partido de ayer contra Portugal, evidenció una vez más, que la selección española está falta de calidad en ataque. Es cierto que a nivel general, respecto a la selección que lo ganó todo, ha habido un descenso general del nivel en los jugadores, pero es que era prácticamente imposible emular la generación que ganó un Mundial y dos Eurocopas.

Aún así, la selección mantiene una idea de juego clara, con centrocampistas de una calidad difícil de igualar, pero no consigue transformarlo en oportunidades o goles, porque a nivel ofensivo, no tiene los jugadores necesarios. Ayer tuvimos otra gran muestra de ello, ya que España tuvo el control del balón, pero casi no creó peligro, y cuando lo hizo, desperdició las oportunidades con un Morata que ha quedado señalado por sus errores.

España cuenta en el ataque con Ferran, Gerard Moreno, Morata, Adama, Oyarzábal, Dani Olmo y Sarabia, y aunque son buenos jugadores, prácticamente ninguno sería titular en las otras selecciones candidatas al título. Mismamente Portugal cuenta con Cristiano Ronaldo, Bernardo Silva, Joao Félix, Guedes o André Silva, todos futbolistas que marcan la diferencia. O ni que decir de Francia, con Benzema, Mbappé, Griezmann y Coman, delantera que daría miedo a cualquier defensa.

La baja de Ansu Fati en España, ha hecho mucho daño. El jovencísimo atacante era una de las pocas bazas ofensivas de las que disponía la selección, ya que ya estaba consiguiendo ser importante y marcar goles. Ferran Torres también parece un jugador de gran futuro, incluso Bryan Gil, joven extremo que ha ido con la sub21, pero ahora mismo son incógnitas que no convierten a la selección en candidata, salvo sorpresa.

Morata por su parte, es un futbolista con muy poco gol para ser delantero centro, y todo apunta a que será titular, porque en realidad tampoco hay mucho donde escoger. Iago Aspas no ha ido convocado y Gerard Moreno parece partir como suplente con Luis Enrique, pero tampoco cambiarían en gran manera el estado ofensivo de la selección, por lo que España está destinada a controlar el juego y esperar errores, si quiere realmente tener opciones en la Eurocopa.