Atlas está en la final, pero su defensa de oro se quebró ante Tigres y deberá mejorarla
Atlas está nuevamente en la gran final de la Liga MX, luego de evitar el milagro de Tigres en el Volcán, ya que el global estaba 4-4, mas un penal bien convertido por el capitán Aldo Rocha los puso a soñar con el bicampeonato, a la espera de Pachuca o América.
Lamentablemente, el técnico argentino Diego Cocca tendrá mucho para analizar este fin de semana, ya que su sólida defensa, que fue la mejor del certamen y que nunca había recibido más de tres goles, falló terriblemente al permitir cuatro dianas de los regios en 45 minutos del complemento.
Si bien dos de los tantos fueron desde el manchón penal, ahora tendrán que tener cuidado a la hora de marcar dentro del área. El primero que se marcó fue bastante polémico porque no se aprecia realmente que el argentino Hugo Nervo contacte al francés André-Pierre Gignac, mientras en el segundo el peruano Anderson Santamaría sí sujetó de la pierna al uruguayo Nicolás 'Diente' López.
Sumado a ello e inexplicablemente, no se acaba de comprender cómo con tan grande ventaja permitieron que sus rivales se crecieran, ya que si algo habían hecho de gran forma en la Liguilla, era nulificar a los equipos con estilo ofensivo, tal como lo hicieron con Chivas en los cuartos y en la Ida contra la U.
También es preocupante lo sucedido con el argentino Emanuel Aguilera, quien ya se había afianzado en la central con Nervo y Santamaría, sin olvidar que este último se no se acaba de sentir cómodo jugando con la máscara por la fractura de nariz que tiene. Afortunadamente cuentan con Luis Reyes que ha sido una especie de comodín jugando como lateral, central y volante.
Dos que tampoco estuvieron a la altura de los duelos anteriores fueron el argentino Julio Furch, que no fue tan buscado, así como el colombiano Julián Quiñones, que si bien se encargó de marcar en el Volcán, no estuvo tan aguerrido en ofensiva y defensiva como en los Clásico Tapatíos y la Ida frente a Tigres.
Asimismo, hubo poco aporte en las laterales de lado de José Abella y el ecuatoriano Aníbal Chalá. A eso hay que sumarle que prácticamente renunciaron al ataque durante los 90 minutos, ya que no hubo aproximaciones de peligro en la portería del argentino Nahuel Guzmán, salvo el gol de Quiñones y el penal de Rocha.
Se necesita que esos pilares vuelvan a estar con las pilas bien puestas para no pasar sustos en la gran final, ya que tanto Pachuca como el América tienen un estilo de ataque que no dan libertades, además de los hombres de calidad que no perdonaran y el arquero colombiano Camilo Vargas no siempre podrá estar fino para salvarlos.
Es verdad que La Academia tiene las credenciales para refrendar su corona, mas no pueden confiarse, pues la suerte podría no estar de su lado una vez más, ya que sin ese penal cometido por Jesús Angulo o la alineación indebida del rival, ya hubieran quedado eliminados. Cocca debe empezar a analizar que falló si quiere seguir haciendo historia.
Finalmente, el trabajo arbitral ha estado pésimo, pues han perdurado las polémicas, en el América contra Puebla, tanto en la ida como la vuelta, en la primera semifinal de las Águilas contra los Tuzos y en este Tigres frente a los Rojinegros, donde César Ramos tuvo que recurrir varias veces al VAR. Evitar errores minúsculos para no hablar de arbitraje es otra obligación.
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