El Atlético de Madrid necesita la versión más goleadora de Griezmann de nuevo

Antoine Griezmann, el que es la venta más cara de la historia del Atlético de Madrid, lo vendió al FC Barcelona por la friolera cantidad de 120 millones de euros para que regresara a la entidad rojiblanca tres temporadas después, no está pasando por su mejor etapa deportiva ni de lejos. En su etapa como jugador blaugrana disputó 102 partidos oficiales anotando 35 goles. El jugador francés siempre ha destacado por su capacidad creativa en zonas ofensivas y por su facilidad para materializar las ocasiones.

Es un jugador que hemos normalizado verle junto a otro delantero, adoptando el galo una posición más retrasada que su otro compañero de ataque, con el objetivo de recibir el balón y comenzar a generar la jugada, acercándose más a un media punta pero sin olvidarse del rol de delantero. Haciendo que gran parte de su efectividad se haya logrado debido a retrasar un poco más su posición

En las últimas temporadas ha perdido ese olfato goleador que era tan característico de Antoine Griezmann, desde que llegó al FC Barcelona hemos visto ese declive, quizás sea por la posición que tuvo que adoptar en el cuadro culé. Con un Luis Suárez que estaba consagrado como delantero centro y Leo Messi, el jugador tuvo que desempeñar las funciones de extremo izquierdo, no sintiéndose cómodo. En la presente campaña ha disputado 36 partidos anotando ocho goles y repartiendo cinco asistencias.

Ahora mismo Griezmann está lejos de ser el jugador que era en 2018, donde vivió su mejor temporada, anotando 40 goles en un año natural y levantando la Copa del Mundo, en la presente temporada lleva sin anotar desde el pasado seis de enero, más de cuatro meses sin ver puerta.

Y es que el "bajón" de nivel del Atlético de Madrid esta relacionado con la falta de gol del atacante francés. El conjunto colchonero se está jugando la clasificación a Champions League en el próximo curso, quedando tres jornadas ligueras aún no hay nada seguro para los rojiblancos. Griezmann debe de mostrar ese nivel que ya ha sido capaz de demostrar y no solo generar ocasiones, también materializarlas. el jugador tiene facultades de sobra para hacerlo y tanto equipo como afición lo agradecerán.