El Barcelona no está tan mal pero no hay que desatar la euforia
Por Estefanía Ramos
El FC Barcelona atraviesa un momento delicado tanto dentro como fuera del terreno de juego, pero como diría el propio Laporta no están tan mal. Este Barça que era un desastre, que no tiraba a puerta, que lleva dos dolorosas derrotas consecutivas en Champions y que no da para más está ahí, a sólo dos puntos de Madrid, Atleti o Sevilla y a cinco de la Real con un partido menos. Para ser un equipo desahuciado se está manteniendo bastante bien y la victoria ante el Valencia debe servir como inyección de moral para el equipo
Pero no hay que volverse locos ni dejarse llevar por el resultado. El partido ante el Valencia es un síntoma de mejoría pero el margen de crecimiento del equipo no es mucho mayor de lo que hemos visto. Para pelear en LaLiga ante la mayoría de los equipos del campeonato le da, pero Europa y los grandes son otro capítulo diferente.
Koeman llevaba tiempo esperando que los lesionados se recuperasen, especialmente Ansu Fati, y ahora que la mayoría ya están de este Barça no se puede esperar mucho más. El extremo español está recién recuperado y seguro que mostrará mayor rendimiento, pero un solo jugador no tira de un equipo como el Barcelona, a no ser que seas Messi y esos tiempos en los que el argentino tapaba las carencias colectivas ya pasaron. Y a los jóvenes tampoco se les puede cargar de responsabilidades, ellos son el futuro y aunque ya estén brillando es tarea de otros sacar los partidos adelante.
La situación del Barcelona no la arreglan uno o dos jugadores, el equipo necesita una renovación profunda que de momento no va a llegar. Hasta final de temporada van a tener que aguantar con lo que tienen y seguramente los culés vivirán en una montaña rusa de resultados durante todo el curso. El Barcelona no están tan mal pero tampoco hay que desatar la euforia.
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