Barcelona - París Saint-Germain, mucho más que un partido en juego
La pelotita es caprichosa. No existen las bolas calientes, los sorteos no están destinados antes de que la mano inocente empareje a los rivales, pero el futuro es un amante de la comedia y la rivalidad. No hay un sorteo sin un partido destacado y, en octavos de Champions League, todos los focos enfocarán al encuentro entre Barcelona y París Saint-Germain. Los dos equipos han cultivado una de las grandes rivalidades continentales de los últimos años.
El encuentro entre el Barcelona y París Saint-Germain será como una receta del mejor plato de la noche europea. Una comida flameada, cargada de calidad y pasión, no apta para cardiacos. Esta es la lista de ingredientes que hacen de este choque el partido con más morbo de Europa.
Primero hay que aplicar la base con un poquito de venganza. Tenemos que remontarnos al 8 de marzo de 2017. Los culés cayeron por cuatro goles a cero en París y parecían desahuciados. Sin embargo, consiguieron una de las mayores remontadas de la historia de la Champions League en el Camp Nou. Ganaron por seis tantos a uno, con un gol en el último minuto y un partidazo de Neymar. Los parisinos elevaron sus quejas contra el arbitraje de Aytekin.
El siguiente ingrediente, para condimentar la base, tiene nombre y apellido: Marco Verratti. Los culés intentaron hacerse con el italiano, él se quiso ir, pero el París Saint-Germain no le dejó. Aquella negociación fue el primer paso para comenzar la rivalidad.
No hagamos esperar más. La base está condimentada, hay que añadir el ingrediente estrella: Neymar Jr. El PSG pagó la cláusula del brasileño, 222 millones de euros, para que este fuera la estrella del club de la capital francesa. Neymar, tras haber negociado su renovación, hizo las maletas y viajó a París. El verano pasado casi dan la vuelta a la tortilla. Neymar forzó su salida para regresar al Camp Nou, pero el PSG fue firme en no dejarse salir.
Neymar puede y debe acompañarse de Messi. Los dos quieren volver a jugar juntos y el brasileño aseguró que el próximo año deseaba volver a estar al lado del argentino. No sabemos si esto ocurrirá, si será en Barcelona o París o en otro club; lo único que hoy es claro es que antes tendrán que enfrentarse sobre el césped.
Una vez cocinado, necesitamos la salsa… a cargo de Al-Khelaifi. El presidente del PSG mantuvo una rivalidad declarativa y de despachos con Josep Maria Bartomeu. Más allá de impedir cualquier movimiento de París a Barcelona, cada verano ha intentado debilitar a los blaugranas. En 2019 les arrebató a Xavi Simmons, la perla de la cantera y lo intentó con Rakitic. Este mercado hizo leña del árbol caído y fue a pescar a la Ciudad Condal. Rafinha fichó por el PSG a coste cero.
El plato está casi terminado, solo falta la guinda, la puntilla. Esta se dará durante el encuentro. Si el Barcelona cae eliminado confirmará el fracaso de su temporada. Si lo hace el París Saint-Germain, el resultado será similar. Los galos solo tienen interés por la Champions.
Pon todos los ingredientes en una olla, caliéntalos durante las semanas previas y espera a que se sucedan los acontecimientos. Así se consigue el partido del morbo en la Champions League.