Carlos Vela se corona campeón con el LAFC al vencer en penales al Philadelphia, en una final no apta para cardiacos
Por Arturo Du León
El delantero mexicano Carlos Vela ase proclamó campeón por primera vez en la MLS con el LAFC, al vencer al Philadelphia Union en la gran final desde los penales, esto luego de haber igualado en el marcador 3-3, en un juego lleno de emociones, polémica y goles.
Al minuto 27' se señaló tiro libre a favor de Los Ángeles, en el disparo de Kellyn Acosta, el joven Jack McGlynn mostró su falta de pericia saltando y desviando con la cabeza por completo el rumbo del balón, provocando que el esférico se colara en la portería de Blake para abrir el marcador.
Carlos Vela sigue siendo ese hombre diferente, el jugador líder que se echa al equipo a la espalda para marcar diferencia. En cada tiro libre los jugadores rivales entraron en nervios y comenzaron a estar atentos a lo que hiciera el delantero mexicano.
Fue así como se fueron al vestidor con marcador de 1-0 a favor de los angelinos y con amplia superioridad dentro del campo.
Ya para la parte complementaria, el equipo del Philadelphia Union salió con una idea más ofensiva y agresiva. Apenas al minuto 46' apareció el danés Miakel Uhre sanando un disparo peligroso que estuvo a nada de entrar en la portería defendida por Crépeau.
Al 58' apareció nada más y nada menos que Daniel Gázdag, quien aprovechó un disparo de Martínez que le salió como pase, para enseguida controlar de forma rápida y liquidar al meta de Los Ángeles, poniendo el de la igualada en el marcador.
Cuando el partido era trabado y no había nada para nadie, al minuto 83' en un tiro de esquina el mexicano Carlos Vela cobró de forma excelsa para poner un balón 'como con la mano' al defensor Jesús Murillo, quien se levantó ganando la marca y metiendo un certero testarazo para poner el 2-1.
Aunque poco les duró el gusto, ya que al 85' en otra jugada a balón parado, el jugador Jack Elliott aprovechó sus casi dos metros de estatura para meter un efectivo cabezazo ante la nula cobertura de los defensas de Los Ángeles igualando el encuentro 2-2 y silenciando el Banc of California.
De esta forma el juego se fue al alargue. Al iniciar el primer tiempo extra, el portero Blake abanicó un balón y Bouanga estuvo a nada de convertir el gol, aunque no alcanzó el esférico que terminó por abandonar el campo.
Carlos Vela comenzó a flaquear por la intensidad de los 90 minutos disputados y el entrenador Steven Cherundolo decidió mandar al campo al galés Gareth Bale para sustituirlo.
En la segunda prórroga, al minuto 108' Murillo se equivocó al dejar un balón corto y dividido al portero Maxime Crépeau, quien salió a jugarse el físico, sin embargo, en el choque con Burke, se fractura la espinilla, saliendo en camilla rumbo al hospital y con tarjeta roja. Aunque en ese momento, ingresaría el arquero John McCarthy, quien se convirtió en el hombre del partido.
Al 123', el portero John McCarthy sacó una pelota en línea, no obstante, en el rechazo apareció de nueva cuenta Jack Elliott, quien empujó el esférico y puso el gol con el que se relamía los bigotes para el título. Aunque al 128', Gareth Bale remató de testa tras un buen pase de Palacios poniendo de forma dramática el 3-3 y mandando todo a los penales.
Ya en la tanda de penales, en el primer disparo Blake presionó a Tello quien cobró mal y erró su tiro. Para el segundo apareció Gazdag, quien tuvo la oportunidad de irse arriba en el marcador, aunque voló su disparo.
El portero McCarthy adivinó el disparo del venezolano José Martínez; ya para el cobro de Wagner, de nueva cuenta siguió con los guantes del magnetismo atajando el cobro y dejando al Philadelphia en la lona, para que el español Ilie Sánchez pusiera el clavo en el ataúd con un riflazo razo a la izquierda de Blake.
Fue así como el LAFC consiguió el título del certamen y el primero para el mexicano Carlos Vela, quien fue reconocido como el mejor jugador y fue el elegido para levantar la copa. Sin duda, una final dramática, llena de goles y emociones. Además de resaltar que todo lo que se invirtió, valió la pena, ya que se consumó el máximo logro.