Clásico sudamericano: las claves de los partidos entre Brasil y Argentina

Florencia Bonsegundo, figura de Argentina
Florencia Bonsegundo, figura de Argentina / Jean Catuffe/Getty Images
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La selección brasileña dirigida por Pía Sundaghe se quedó con los dos amistosos jugados contra la Argentina el viernes 17 y el lunes 20, por 3 a 1 y 4 a 1, respectivamente. Ambos equipos nacionales tomaron estos encuentros para probar jugadoras y ajustar algunas fichas de cara a la Copa América 2022, torneo que servirá para clasificar al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023. En esta nota repasaremos algunas claves de los dos partidos.

El planteo de juego argentino
En su debut como técnico de la selección nacional, Germán Portanova buscó repetir una característica que tuvieron todos sus equipos anteriores: ser protagonistas. Entonces, pese a la superioridad futbolística y física de Brasil (que ya explicaremos en función del desarrollo de la disciplina en su país), las jugadoras argentinas buscaron una presión constante para cortar los circuitos de juego de Brasil. Ese planteo les funcionó bien por momentos. El equipo argentino estuvo prolijo y ordenado para contener las subidas reiteradas y veloces de las brasileras.
Con el tiempo, algunas asociaciones que las dirigidas por Portanova intentaron y no salieron, irán funcionando cuando el engranaje del equipo se vaya ajustando porque hay que tener en cuenta que las futbolistas del exterior recién se sumaron al equipo recién en Brasil.

La superioridad de Brasil
La verdeamarela fue claramente superior a su rival. El conjunto brasileño ya ha vencido a la albiceleste en 16 de 19 clásicos. El 3 a 1 y el 4 a 1 hablan de la diferencia en el campo de juego que tiene su correlato con lo que sucede afuera de la cancha. Brasil es uno de los mejores equipos del mundo, participó en las 8 ediciones de los Mundiales y en las 9 ediciones del fútbol femenino en los Juegos Olímpicos desde Atlanta 1996. Brasil es el único país sudamericano que tiene igualdad salarial entre sus selecciones, a partir de los últimos Juegos Olímpicos.

La histórica
Y claro, una pieza fundamental del equipo de Sundaghe es la número 10. La historia se rinde a sus pies, los estadios, la pelota, sus compañeras y rivales también. Marta Vieira da Silva no es sólo un emblema en el fútbol, brasilero sino en el fútbol mundial. La jugadora de 35 años nacida en Dos Riachos sigue brillando en el campo de juego. En el último de los dos encuentros, Marta dio un verdadero recital de su fútbol: gambeteó, anticipó, se llevó marcas, habilitó compañeras, distribuyó en la mitad de la cancha y metió un golazo. Pidió la pelota en tres cuartos de cancha, gambeteó cerca del área, buscaba lo que encontró: la falta. Para patear al tiro libre, Marta acomodó la pelota; Debinha, que ya había convertido en el partido anterior, se paró junto a ella. Le pegó la 10, la pelota pasó por arriba de la barrera y de la arquera argentina.

La que volvió
Después de más de dos años de ausencia, Florencia Bonsegundo volvió a vestir la camiseta argentina. La mediocampista ofensiva fue una de las figuras del conjunto de Portanova. Tomó el lugar que el técnico esperaba, referente para sus compañeras de la mitad de la cancha en adelante. Y además, la cordobesa marcó su regreso con el gol del descuento en el primer partido. Mariana Larroquette metió un pase que se filtró entre la defensa y llegó a los pies de la futbolista que hoy milita en el
Madrid CFF, que definió muy bien. ¿La dedicatoria? A Estefanía Banini, una de las jugadoras que aún no fue convocada por el entrenador y que la gente espera volver a ver en la selección.

El hincha
Las tribunas del estadio estuvieron casi vacías por los protocolos del COVID-19. Sin embargo, los partidos fueron transmitidos en canales y plataformas en ambos países. Y entre quienes siguieron los encuentros hubo un hincha brasilero muy particular: O Rei Pelé.