¿Cómo era el famoso América de Leo Beenhakker?

Jugadores del América celebran un gol.
Jugadores del América celebran un gol. /
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Uno de los equipos más exitosos y pocas veces visto en México fue el de las Águilas del América al frente de Leo Beenhakker. Corría el año de los 90 y el conjunto azulcrema estaba sumergido en una profunda crisis de resultados. Fue ahí donde los altos mandos decidieron echar la casa por la ventana y contratar como entrenador al holandés, quien revolucionó el banquillo americanista.

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El entrenador llegó con gran cartel, esto tras haber dirigido a equipos de talla internacional como Real Madrid, Ajax y Real Zaragoza. Inmediatamente comenzó a armar a un conjunto competitivo y trajo a dos hombres que harían que su nombre nunca fuera olvidado en México: Francois Omam Biyik y Kalusha Bwalya.

El entrenador Leo Beenhakker.
El entrenador Leo Beenhakker. / VI-Images/Getty Images

Asimismo, una de sus principales ideologías fue fusionar juventud con experiencia, por lo que echó mano de canteranos como Luis Roberto Alves 'Zague' y Raúl Rodrigo Lara, mientras que los jóvenes eran Cuauhtémoc Blanco y Joaquín del Olmo. Ahí comenzaría la historia.

Si bien es cierto que en las primeras fechas no se veía el sello del holandés, fue en la jornada 6 de aquel lejano 1994. El equipo ya había entendido las indicaciones del timonel y ya estaban más que acoplados. Fue así como la misión de “atacar es más importante que defender” y “el triunfo no basta, hay que divertir al público” se hicieron presentes en cada partido del América.

La velocidad de los africanos acompañada de la letalidad de los jóvenes deseosos de querer sobresalir, le dieron un toque al América de calidad, técnica y gol. En la puerta Adrián Chávez era casi imbatible; en la defensa los aguerridos Gutiérrez, Peña, Naranjo y Reyes eran impasables. Lara fue la muralla en el medio campo; mientras que Blanco, Kalusha y del Olmo probaban con tiros de media distancia.

El jugador Cuauhtémoc Blanco.
El jugador Cuauhtémoc Blanco. /

Ya en la parte alta, Zague era letal tanto con la cabeza como con los pies. El mexicano poseía esa extraña y gran cualidad de anotar y asistir. Por último, Biyik era el terror y volvía locos a todos los defensas del equipo que fuera. Su velocidad y desarrollado olfato goleador lo convirtieron en el 'killer' del equipo,

Sin embargo, el entrenador salió un año después por temas extra cancha, haciendo sus maletas y dejando un recuerdo imborrable en la memoria de los aficionados americanistas. Ahora, el nuevo entrenador del club, Santiago Solari, mencionó que desea emular lo hecho en el campo por Leo Beenhakker. ¿Lo conseguirá?