Crisis en el Chelsea: miedo al coronavirus, rebelión de renovaciones y más
La transición para volver al césped en la Premier League no es todo lo buena que cabría esperar. Jugadores que no quieren entrenar por miedo al contagio, contratos que acaban antes de que pueda finalizar la temporada con el reajuste… y los problemas anteriores: sueldos y escasos beneficios. Todos estos inconvenientes los ha reunido el Chelsea en solo unos días. Desde Kanté negándose a entrenar hasta jugadores exigiendo el oro y el moro por renovar, o incluso asegurando que no lo harán y no saltarán al césped ni entrenarán más allá del 30 de junio.
El último problema que ha estallado en Stamford Bridge es el caso N’Golo Kanté. El pivote defensivo, alma de los blues y uno de los mejores jugadores de la Premier League, fue el primer día a entrenar, pero no ha vuelto a ir. Se niega a participar junto a sus compañeros. El francés tiene miedo del contagio y ha puesto en conocimiento del club su problema. Lampard y los suyos, ante los buenos antecedentes del francés respecto a profesionalidad y comportamiento, han admitido que no vaya a entrenar. Al menos de momento.
El pivote se ha unido al gran grupo de jugadores que claman ante la vuelta de la competición. Junto al blue, Troy Deeney y Rose son otros de los grandes protagonistas en el asunto. El delantero del Watford se ha negado a acudir a entrenar por la posibilidad de contagiar a su hijo de tan solo 5 meses. Respecto al lateral inglés, ha declarado que se siente como una “rata de laboratorio”.
La salud no es el único problema al que se enfrenta el Chelsea. Muchos jugadores han advertido que no jugarán una vez termine su contrato el próximo 30 de junio. Los blues, para solucionarlo, están cediendo ante las exigencias de renovación. Giroud ha conseguido prolongar su contrato por dos temporadas. Pedro, el ex del Barcelona, es otro de los que está en esta situación. El extremo exige dos temporadas. Si no se las ofrecen, se unirá a Willian, que no renovará, y el 30 de junio dejará de entrenar con los londinenses.
A todos estos problemas hay que añadir el problema de la pandemia. El Chelsea no alcanzó un acuerdo con sus futbolistas de rebaja del salario y, pese a no tener apenas beneficios, continua pagando el salario íntegro de cada uno de ellos. Los blues temen pérdidas por los salarios y la falta de ingresos televisivos, pero, aún así, deben realizar renovaciones. Las nubes llegan negras a Stamford Bridge.