Cristiano Ronaldo asumió un desafío mucho más difícil que el de Leo Messi

El destino, caprichoso e incierto, ha querido que este verano los dos mejores jugadores del mundo de los últimos 15 años hayan cambiado de club y no se han ido a un equipo cualquiera: Leo Messi al todopoderoso PSG con el objetivo de llevar la primera Champions League de la historia al Parque de los Príncipes, y Cristiano Ronaldo que vuelve a la que fue su casa, a un Manchester United venido a menos que trata de reinventarse temporada tras temporada para regresar al lugar que le corresponde en Inglaterra y en el mundo.

Ambos jugadores han batido todos los records, se han repartido los premios individuales y han ganado todos los títulos a su alcance, pero ahora se enfrentan a un nuevo desafío en el que Cristiano tiene más que perder. El crack luso ya sabe lo que es jugar con la camiseta del Manchester United e irremediablemente todo lo que haga será comparado con aquello que hizo en su primera etapa como red devil. El futbolista dejó el listón muy alto, sus marcas son inalcanzables salvo para una persona: él mismo. La diferencia es que Cristiano vuelve con 12 años más, en el ocaso de una carrera que parece no tener fin.

Todas las miradas y las esperanzas de los aficionados del United están puestas sobre Cristiano. Con él, el equipo mancuniano ha dado un salto de calidad y su objetivo es reconquistar la Premier League y pelear en Europa. Si Cristiano no consigue resucitar a este United nada lo hará y la presión que hay sobre él es máxima, mientras que en el PSG son tres los protagonistas principales que atraen los focos. Y la exigencia y competitividad que hay en la Premier no es igual que en la Ligue 1, y eso juega en contra de Cristiano o no.

Pero al portugués le van los retos, y cuanto más difícil sea el desafío más se crece en la adversidad. 12 años después de su marcha, Cristiano Ronaldo volvió a saltar al césped de Old Trafford con la camiseta del Manchester United y su regreso fue una fiesta por todo lo alto. Por si alguien tenía dudas de cómo iba a rendir el portugués, él mismo se encargó de despejarlas: un partido, dos goles y toda la afición a sus pies. Buena carta de presentación y una advertencia, este reto personal lo va a ganar.

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