Dicen que el Sevilla nunca se rinde
Por Juanjo Tovar
El Sevilla remonta al Manchester United y se coloca en otra final de la Europa League. Los de Lopetegui pelearán por levantar por sexta vez su competición fetiche.
El idilio sevillista con la Europa League es inegable. Los de nervión son los reyes de la competición y año tras año se encargan de demostrarlo. Ayer, frente al Manchester United, dieron una lección de competitividad. Los de Lopetegui supieron hacerlo todo, incluso sufrir.
Ni el mismísimo diablo puede ganar al Sevilla en su competición fetiche. Los red devils tuvieron ocasiones para pasar a la final, pero el ímpetu sevillista se impuso. Otra vez más, el cuadro andaluz elimina a un favorito de forma justa.
Como en 2006, 2007, 2014, 2015 y 2016: se sufrió, se insistió, se peleó y se ganó. La gesta sevillista de anoche ha vuelto a coplar las portadas de los periódicos, y ya van unas cuantas veces, que los de nervión regalan noches de fantasía en europa para su parroquia.
Ni el mejor cuento de Disney seria capaz de plasmar la relación entre el Sevilla y la Europa League. Una historia de superación, de sacrificio, de heroicidad y de amor, sobre todo de amor. El cuadro andaluz es el rey y señor de la competición y no hay rival que le arrebate el trono.
Como en todo cuento de guerreros hay un caballero que resalta por encima del resto. Jesús Navas no pudo evitar soltar unas lágrimas al final del partido. Con el pase del club hispalense a la final del domingo, el gran capitán no logró contener la emoción y echó a llorar.
La imagen del 16 en el centro del campo acabó por emocionar a la afición del Pizjuan, que ve como su equipo año tras año y adversidad tras adversidad nunca se rinde.