Dominio brasileño en la Copa Libertadores y una tendencia que parece cada vez más difícil de revertir

Flamengo y Athletico Paranaense jugarán la final de la Copa Libertadores el 29 de octubre en Guayaquil y se definirá quién será el campeón. Lo único que ya quedó confirmado es que el ganador del título será un equipo brasileño y es una tendencia que se vuelve a repetir.

Por cuarto año consecutivo el ganador será de Brasil y la diferencia es cada vez mayor. Flamengo la ganó en 2019 (River estuvo a minutos de levantar el trofeo), Palmeiras fue bicampeón en 2020 y 2021 y esta edición tendrá otro campeón.

Otra particularidad, que demuestra que las distancias son abismales, es que las últimas tres finales fueron entre equipos brasileños. Las diferencias económicas son cada vez mayores y se termina viendo reflejado en los resultados.

Años atrás, todo parecía sesgado entre equipos argentinos y brasileños. El presente demuestra que es cada vez más difícil para un argentino ganar la Copa Libertadores y será algo cada vez más atípico en el fútbol sudamericano.

La final del 2018 entre River y Boca parece ser muy difícil de volverse a ver y ni hablar de pensar en equipos de otros países sudamericanos ganando el trofeo. El sueño de la gloria eterna es cada vez más complicado y muchos clubes deberán valorar lo hecho años atrás.

Del 2013 al 2018 hubo paridad en los campeones: dos brasileños (Mineiro y Gremio), dos argentinos (River en dos ocasiones y San Lorenzo) y un colombiano (Atlético Nacional). También equipos de otros países lograron ser finalistas y llegar al partido decisivo (Olimpia en 2013 e Independiente del Valle en 2016).

Brasil se está quedando con todo y es una mala noticia para los enamorados de un fútbol más parejo en Sudamérica. Tienen jugadores con nivel europeo y parece que cada vez sacarán más distancia. ¿Quién podrá revertir esta situación?

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