Efraín Juárez: "Jugar en Pumas me permitió ir a un Mundial, es el amor de mi vida"

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Durante los últimos años se ha profundizado la idea que la MLS superará con el correr de las temporadas a la Liga MX y que ya mira hacia Europa, cuando previamente observaba a su par mexicano para emularla en el crecimiento. No es común que jugadores o entrenadores de aquel país estén presentes en la liga de los Estados Unidos, de hecho, contribuyen el 5° puesto en cantidad de extranjeros, incluso siendo el país más cercano.

Quien se refirió a estas cuestiones fue Efraín Juárez. En esta segunda parte de la entrevista exclusiva que le brindó a 90min, conversa sobre su presente como asistente técnico en New York City FC y los proyectos a futuro, qué piensa cuando hablan de traición por haber jugado en América -comenzó su carrera en Pumas- y cómo ve a los mexicanos en el fútbol europeo.

Juárez comenzó su carrera en las fuerzas básicas de los Pumas y allí es donde se consolidó de tal manera que llegó a ser llamado para disputar el Mundial de Sudáfrica 2010 con Javier Aguirre como entrenador. En los universitarios jugó durante dos temporadas y luego pasó al Celtic de Escocia. Con una breve cesión por Zaragoza en el medio de sus dos años en Europa, retornó a México en 2012 para vestir los colores de América, en el que se consagró campeón del Clausura 2013.

¿Qué significó haber vestido la camiseta de América sabiendo de la rivalidad que hay con Pumas?

A todos los clubes les tengo un cariño. Pumas es mi primer amor, el que me dio la oportunidad de cumplir mi sueño. Entré a los 11 o 12 años a las fuerzas básicas y a los 15 o 16 me habían dado la chance de hacer la pretemporada con el primer equipo y luego debutar y ser campeón. Jugar ahí me permitió ir a un Mundial, es el amor de mi vida. Yo me debo a ellos porque me formaron como persona y jugador.

Cuando se me dio la posibilidad de regresar a México, hubo dos equipos que se interesaron por mí y terminé yendo al América. Se me pudiera juzgar si a mí se me hubieran presentado Pumas y América y yo hubiera escogido al segundo. La realidad es que nunca apareció Pumas y tenía esa opción. No hay traición cuando no te quieren y tienes la chance en otro lado. Eso no quita el amor, el respeto y agradecimiento que tengo por el club se vaya a olvidar, jamás. Tuvimos charlas con el director deportivo para volver a Pumas pero no se dio.

Hablás mucho de las oportunidades... ¿Creés que les faltan a los mexicanos, con el talento que tienen, para arribar a Europa?

Más allá que falten oportunidades, el jugador mexicano puede ser caro para el mercado europeo. Los que salen de México hacia Europa es porque realmente rompieron la liga. En Argentina no tienes que romper la liga para ir hacia allá, es cuestión de hacer bien las cosas porque están reconocidos por los anteriores.

En Europa tenemos cada vez más reconocimiento, pero lo hemos ganado a base de los jugadores que han ido y han hecho bien las cosas. Lozano, Herrera, Guardado, Moreno, Dos Santos, Vela, Márquez, Chicharito, Hugo Sánchez, son contados con los dedos de una mano. Otros hemos hizo y no pasó nada, como mi caso. Estamos en el proceso que el fútbol europeo se fijen en el futbolista mexicano y quieran invertir.

Estuve jugando el último año de mi carrera profesional en Noruega y el mejor de aquella liga termina yendo a clubes europeos importantes o ligas trascendentes a costo bajo para lo que representan. El noruego está acostumbrado a jugar en frío, al idioma, al ritmo de juego, no se tiene que adaptar y le cuesta más barato. El mexicano, que no se sabe qué va a suceder, le sale más caro y hay que ver si funciona.

Efrain Juarez
Efraín Juárez en su paso por el Celtic de Escocia. / Scott Heavey/GettyImages

¿Qué significa estar como ayudante técnico en New York City? ¿Te ves entrenando en algún equipo próximamente?

La MLS está en un crecimiento exponencial. La oportunidad se me presentó de un día para el otro y fue poco común. Porque así como pasa con los jugadores, también con los entrenadores, no hay muchos mexicanos en Estados Unidos. No podía dejar pasar la chance. Me invitó Ronny Deila, quien fue mi entrenador en el último año de carrera profesional en Noruega y que había dirigido al Celtic cuando estuve allí también. Congeniamos muy bien en torno a lo que vemos del fútbol. Me permitió ser parte de esta institución como el New York City FC, que además forma parte de la City Football Group con más de 12 equipos a nivel mundial, con el Manchester City a la cabeza.

Cualquiera puede saber de fútbol, pero en manejo de vestidor, sé como se gestiona un grupo porque nací ahí. Si no estás en el ring, no puedes hablar de box. Estoy aquí porque quiero aprender para cuando se presente la oportunidad para estar mejor preparado. Claro que quiero ser entrenador, pero no me urge, ya llegará eso. Estoy abocado en mi trabajo y en ayudar a que el club cumpla los objetivos.

¿Qué sueño tenés para lo que te resta en tu carrera en el fútbol?

Todos. Te habla un tipo que jugaba en la banqueta con sus amigos y terminó jugando el Mundial, imagínate si no creo en los sueños. Sueño con ser entrenador del Real Madrid, porque la vida me ha demostrado que se puede. Quiero ser el entrenador de la selección mexicana, del Manchester City, de los Pumas, de Monterrey, de América, de todo. Soy el sueño viviente de jugar en la esquina de mi casa y terminar jugando en la Champions League.