El Atlético de Madrid no puede perder esta Liga

Simeone tiene que hacer trabajar más duro al Atlético de Madrid
Simeone tiene que hacer trabajar más duro al Atlético de Madrid / Quality Sport Images/Getty Images
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“¡Hay Liga!” Estas dos palabras son la idea de los periódicos de Madrid en portada tras la derrota del Atlético y la victoria de Real. Mañana, si hoy consigue ganar el Barcelona, saldrán con una idea muy similar los periódicos catalanes. Los rojiblancos están pasando por una mala racha y se han dejado muchos puntos en el camino, mientras que los dos grandes avanzan con paso firme, rachas escandalosas y victorias para recortar puntos.

El deber del Atlético de Madrid es aislarse de todos estos comentarios. Los rojiblancos se han dejado muchos puntos en el camino, tal vez demasiado, pero continúan con un colchón suficiente para respirar tranquilos y no sentir la soga en el cuello de los Goliat que quieren aplastarlos. Paso firme y hacia adelante, centrados y fútbol. Si continúan como en el partido contra el Levante, los goles entrarán y las victorias no tardarán en volver al Wanda Metropolitano.

Real Madrid y Barcelona persiguen al Atlético de Madrid
Real Madrid y Barcelona persiguen al Atlético de Madrid / Denis Doyle/Getty Images

Llegados a este momento y con el objetivo de no perder LaLiga, el Cholo Simeone debe volver a su partido a partido, pero dándole una vuelta más a la tuerca. El significado de la frase ya no debe ser solo no mirar al futuro ni a los objetivos a largo plazo para no hacer cuentas de la lechera y despistarse. Ahora debe ser una negación al pasado. Los jugadores del Atlético de Madrid deben centrarse únicamente en el próximo partido y no mirar atrás. Siguen líderes, los resultados pasados no se pueden cambiar, no importan, tan solo hay que avanzar, picar y picar la portería hasta conseguir perforarla con espíritu minero. Mirar atrás para corregir la mala racha tan solo puede generar ansiedad en el seno del vestuario.

El Atlético de Madrid, una vez dejó la aviación, los militares y el ojo del dictador a un lado, se convirtió en el equipo del pueblo, de la clase trabajadora madrileña que no vivía en el sudeste, pues no podemos olvidarnos del Rayo en la ecuación. Hacia allí deben mirar los jugadores. Olvidarse de las afueras, las luces y el Metropolitano. Volver al Calderón, a los bajos de Chamberí y a todo el movimiento obrero de la capital de España. Ponerse le mono de trabajo, entrar en la mina hasta las profundidades para no escuchar el ruido mediático y picar y picar, sin parar, hasta encontrar oro en las profundidades del Manzanares. Así es imposible que el título se escape. Les espera, solo exige trabajo.