El Atlético de Madrid saca la Correa

Ángel Correa
Ángel Correa / Quality Sport Images/Getty Images
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Muchísimas infancias han estado marcadas por la correa. La correa es ese utensilio que suele ser de cuero, plástico o cuerda, que se utiliza, en teoría, para agarrar los pantalones a la cintura y que estos, si te están grandes, no se te caigan y te dejen en ropa interior. Sin embargo, a lo largo de décadas y siglos, también ha sido la continua amenaza contra los infantes e infantas cuando no se portaban adecuadamente. El padre, madre, abuelo, abuela, tutor o tutora amenazaba con atestar un correazo para corregir el comportamiento. Un premio terrorífico que siempre ha compartido siempre con la zapatilla.

El Atlético de Madrid llegó a Balaídos como el campeón de Liga, el papá de todos los equipos de la Liga española, sin artículos ni logos, a la antigua usanza. Como padre, tiene el encargo de mantener a raya a sus hijos y, en este caso, debía frenar al rebelde y contestario Celta. Simeone no dudó y sacó su Correa. Por suerte, este arma colchonera no infringe daño ni agresión ni atenta contra los valores pacíficos y educativos. Tan solo atesta latigazos a la portería. Dos fueron suficientes para neutralizar a los celestes.

El primero llegó en la primera mitad. Lemar controló el balón por la banda izquierda y se internó dejando atrás a dos rivales. El francés cedió el balón a Correa en la frontal del área. El argentino cargó su hebilla y atestó un golpe violento y preciso. Mitad puntera, mitad exterior, Correa disparó con mucha potencia a la escuadra del segundo palo. Imparable para inaugurar el casillero del campeón.

FBL-ESP-LIGA-CELTA VIGO-ATLETICO
FBL-ESP-LIGA-CELTA VIGO-ATLETICO / MIGUEL RIOPA/Getty Images

Sin embargo, el Celta es muy contestón y siempre tiene algo que decir, sobre todo cuando habla el mago de Moaña. Marcos Llorente tocó un balón con la mano y, tras la revisión del VAR, el árbitro Munuera Montero señaló penalti. Iago Aspas definió con mucha calidad para empatar el partido.

Poco duró la alegría en Galicia. Solo cinco minutos después, Correa recibió un balón en el lateral derecho del área y volvió a atestar un golpe contra la portería de Dituro. Disparo fuerte y cruzado. Gol y partido de cara. Victoria colchonera.

Simeone consideró que el castigo fue suficiente y decidió dejar a Correa en el banquillo. El partido se volvió loco. Aspas falló a portería vacía y Carrasco no aprovechó un par de ocasiones claras para sentenciar. La tensión fue in crescendo y terminó con tangana final. No hubo correazo literal, pero si violencia, agresión y tangana. Hugo Mallo y Mario Hermoso fueron expulsados. El partido terminó con diez contra diez y victoria rojiblanca.