El Atlético de Madrid se encomienda de nuevo a su 'pistolero': remontada agónica gracias a Luis Suárez

Las ligas se ganan y se pierden en los campos en los que uno menos se espera. Hoy el Atlético de Madrid, en una semana cargada de partidos, visitaba al Getafe de Míchel, equipo que llegaba como colista y sin puntos al encuentro. Tuvo que sufrir muchísimo, pero ganó gracias a un doblete de su hombre más decisivo: Luis Suárez

Lo cierto es que los azulones salieron sin complejos, y aunque sin demasiada profundidad sí que mostraban un juego alegre y valiente. Mata ponía a prueba a Oblak con un disparo raso (era falta previa) y a balón parado Aleñá intentaba generar peligro. Desde luego, no se notaba para nada la diferencia de puntos (11) y posiciones (18) en la clasificación de esta liga.

Al Atlético le costaba generar juego, quizá por la ausencia de Koke. La primera ocasión fue un doble disparo de Luis Suárez y Correa, que taparon primero Soria y luego Iglesias. Discreto primer tiempo del campeón, donde encima se le complicó el partido. A Oblak se le escapó un balón aérea (rarísimo verlo fallar) y en segunda jugada, Mitrovic mandaba un cabezazo a la red. Mazazo antes del descanso para los de Simeone.

Tras la reanudación el campeón dio un paso al frente, y a base de empuje iba encerrando poco a poco a los locales. La entrada de De Paul, que sentaba a un Griezmann bastante gris, la notó para bien su equipo, que por medio de Luis Suárez daba un serio aviso a su rival. El uruguayo remataba con parábola de cabeza al palo.

Fue el último aviso. La expulsión de Aleñá (VAR de por medio), tan justa como clara, acabó de decantar el partido. Bueno, la roja y Luis Suárez. Nada más ocurrió ese incidente, metió en la jaula un gran envío de Hermoso, y cuando el partido agonizaba, hizo lo propio con un balón caído del cielo tras centro de Vrsaljko. Claves los cambios de Simeone... y clave el uruguayo.

La vida sigue igual. El Atlético ha logrado 5 puntos en el último suspiro en partidos de esta liga, algo que el año pasado le valió para ser campeón. Y parece que Luis Suárez está empezando a carburar.