El Betis de Pellegrini no tiene techo

Sin hacer mucho ruido, con jugadores que no están en el foco mediático y con un entrenador que habla más dentro del campo que fuera, el Real Betis está protagonizando una de las mejores temporadas de toda su historia. El equipo verdiblanco se ha colado en la zona noble de la tabla, es el tercer clasificado por delante de FC Barcelona y Atlético de Madrid, y no está ahí por casualidad.

De la mano de Manuel Pellegrini, el Betis ha conseguido ser un bloque, un equipo que juega bien al fútbol, al que no le quema tener el balón en los pies, que disputa los partidos y les planta cara a los grandes. A base de trabajo, el conjunto andaluz es uno de los equipos revelaciones de LaLiga y de Europa, pero esto ya es algo que viene de atrás y no es flor de un día. Hasta hora el Betis está haciendo una temporada sensacional, mucho mejor de lo que nos habríamos imaginado a principio de temporada: tercero en Liga, con un pie en la final de la Copa del Rey y a un playoff de estar en los octavos de final de la Europa League.

El Betis está atravesando un momento dulce y con jugadores que gracias a Pellegrini están sacando su mejor versión. Nabil Fekir o Sergio Canales están brillando con luz propia mostrando que tienen nivel para estar en sus respectivas selecciones. Ver jugar a este Betis es una delicia para los aficionados al fútbol y, como no me cansaré de repetir, eso es gracias a que en el banquillo tienen a un grandísimo entrenador con mucha experiencia y al que en otros equipos no se ha sabido valorar.

Aún falta para que acabe la temporada y todavía no se sabe dónde está el techo de este equipo, no obstante con lo que han hecho hasta hora deberían estar satisfechos. Aunque viendo la exigencia de este equipo no se van a conformar y de aquí a que termine el curso tratarán de darle más alegrías a su afición.

A partir de ahora viene el tramo más duro de la temporada y si consiguen meterse en octavos de Europa League tendrán dos partidos por semana, algo que será un reto para el equipo y que pondrá a prueba la capacidad de los propios jugadores y del entrenador para manejar el vestuario. Pase lo que pase, el balance de la campaña es positivo y es bueno ver cómo hay equipos que plantan cara a los de siempre pues eso fomenta la competitividad y le da un plus a la competición.

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