El Chelsea se presenta como candidato a ganarlo todo
Por Adrían Marcos
La billetera de Roman Abramovich está que echa humo de todo el uso que el magnate ruso le esta dando en este mercado de fichajes marcado por el coronavirus. El equipo londinense parece no conocer lo que significa la palabra crisis después de más de un año sin acometer ningún gran fichaje y tanto Frank Lampard como los directivos 'blues' están sabiendo aprovechar su momento para reforzar un proyecto que apunta muy alto esta temporada.
Hasta la fecha el Chelsea ha invertido 156 millones de euros en los fichajes de Timo Werner, Hakim Ziyech y Ben Chilwell, además de hacerse con los servicios de Thiago Silva y Malang Sarr totalmente gratis. El alemán es una de las sensaciones de Europa en los últimos dos años, el marroquí está en el mejor momento de su carrera tras su despegue en el Ajax, y el inglés es un hombre de presente y futuro para una posición que necesitaban reforzar en Stamford Bridge. Por su parte el brasileño llega para dar consistencia a una débil línea defensiva y el francés como un proyecto para más adelante.
Los tres primeros, en los que han centrado todos sus esfuerzos económicos desde Londres, cumplen con todo lo que necesitaba Lampard para redondear su plantilla. Un delantero que aporte gol y con capacidad para moverse por todo el frente de ataque, un futbolista con talento que pueda aparecer por todas las posiciones de la línea de tres media-puntas, y un lateral con recorrido y capacidad para asociarse con sus compañeros.
Y no solo cubren tres posiciones necesarias, también hay que destacar que, aprovechando la necesidad de los clubes por ingresar dinero, han llegado por un precio asequible, tienen experiencia en competiciones europeas y, sobre todo Werner y Chilwell, están en edad de ofrecer un gran nivel ahora y en los próximos diez años. Además Thiago Silva aportará su veteranía a un eje de la defensa que contaba con muchos futbolistas jóvenes.
Todos ellos se suman a un proyecto que Lampard comenzó a construir prácticamente desde cero el pasado verano, cuando dio galones a jugadores jóvenes y canteranos ante la imposibilidad de afrontar grandes fichajes. La sanción impuesta por la UEFA y las salidas de Eden Hazard y Álvaro Morata obligaron al inglés a reinventarse con una plantilla en la que mezcló la experiencia de hombres como Giroud, Kanté o Azpilicueta con la frescura de los Tomori, Mount o Abraham.
Y fueron precisamente los más jóvenes quienes se encargaron de tirar del carro junto a un Christian Pulisic que pasará de ser el nuevo a convertirse en el líder del equipo si logra mantener su puesto. Ellos han llevado al Chelsea a colarse de nuevo entre los cuatro mejores de la Premier League, alcanzar los octavos de final de la Champions League y la final de la FA Cup.
Frank Lampard, que llegaba tras su buena experiencia en el Derby, se ha ganado la confianza de un Roman Abramovich que ha decidido apostar por él y por su proyecto, como muestra su gran inversión este verano. Un desembolso que podría aumentar si se confirma la llegada de Kai Havertz, que rondaría los 100 millones entre traspaso y variables, y los rumores de Gianluigi Donnarumma como recambio de Kepa Arrizabalaga en la portería.
Un proyecto multimillonario que aún puede crecer en el mes que queda de mercado de fichajes, pero que ya tiene muy buena pinta. De momento, en su primer partido de pretemporada, Werner, fichaje estrella hasta la fecha, tardó menos de cuatro minutos en estrenarse como goleador. Y aunque es pronto aún para saber si estará a la altura de Manchester City y Liverpool, este Chelsea apunta muy alto y se presenta como candidato a hacerse con todos los títulos que se le pongan por delante.