El FC Barcelona sale muy reforzado del batacazo en Munich

Se ha visto en muchos medios una dura crítica a la actitud del Barça. Principalmente se achaca cierta indiferencia tras el primer gol del Bayern hasta que los bávaros consiguen anotar el segundo. Tal vez sea una crítica excesiva.

Evidentemente el fútbol son resultados, pero es muy difícil hablar del partido de ayer como un 2-0 de manual. El FC Barcelona hizo un partidazo en mayúsculas. En la primera parte el equipo de Xavi sometió al Bayern en el Allianz Arena. Habría que ver cuántos equipos han conseguido tal hazaña en la última década.

El equipo salió enchufado, dominando la posición de balón, centrando todas las ocasiones en el área del conjunto muniqués… La actuación de jugadores como Koundé, Marcos Alonso, Pedri o Gavi fue de sobresaliente.

Hay que empezar a hablar de este equipo como un conjunto capaz de competir contra cualquier equipo del mundo sin importar el estadio, las circunstancias o el escenario que tenga delante.

Xavi Hernández ha conseguido crear, con ayuda de fichajes impresionantes, una plantilla formada por futbolistas con hambre de ganar y ganas de triunfar en el FC Barcelona.

Es cierto que hay un punto de vista algo más conservador que analiza la situación de ayer de la siguiente manera: si el Barça haciendo un enorme partido no es capaz de superar a un Bayern Munich con el freno de mano echado, se antoja complicado poder competir en las rondas finales de la Champions League. Nada más lejos de la realidad. Si el choque de ayer se repite en cinco ocasiones es muy complicado que los germanos venzan en más de una de ellas. 

Es muy fácil hablar de los árbitros o la mala suerte pero en este caso hay que hacerlo. No tanto del colegiado, cuyo único error fue no pitar un penalti clamoroso, si no de la falta de puntería en el área, circunstancia en la que había mejorado mucho el equipo culé con la llegada de Robert Lewandowski y el buen hacer en los últimos meses de Ousmane Dembélé.