El momento en el que el oro olímpico dejó de tener la misma importancia que el campeonato del mundo en fútbol

Neymar tras ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016
Neymar tras ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 / Jean Catuffe/Getty Images
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El fútbol es ese deporte único que nos enamoró a todos la primera vez que oímos hablar de él. Este deporte que tanto admiramos y respetamos tiene la capacidad única de atraer toda la atención para sí mismo. Esta circunstancia se volvió en contra de los Juegos Olímpicos en el momento en el que el resto de deportes quedaban eclipsados por el fútbol convirtiendo el torneo más importante de la historia de muchos de los deportes, en una competición secundaria que no servía más que de acompañamiento para otra especie de Mundial de fútbol.

Los Juegos Olímpicos disputados antes de 1930 (primer Mundial de fútbol) se consideraban como mundiales, de ahí que Uruguay, pese a solo haber conquistado dos campeonatos del mundo, reluzca cuatro estrellas en su escudo. Técnicamente, además de los charrúas, tanto Reino Unido como Bélgica pueden presumir de haber conquistado una "Copa del Mundo" (Reino Unido dos) entre 1908 y 1930.

A partir de los Juegos de 1930 se impuso la norma de que solo futbolistas amateur podrían participar en esta prestigiosa competición.

No fue hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 cuando la normativa cambió por completo y se estableció la que actualmente disfrutamos. Las selecciones solo pueden convocar jugadores sub 23 para disputar el torneo. En la norma está establecido que se pueden incorporar tres jugadores de una edad superior al máximo fijado. 

La selección española ha conseguido armar para este torneo una plantilla capaz de competir por el oro. Jugadores ya experimentados como Dani Ceballos o Marco Asensio se unen a los jóvenes que han despuntado esta temporada como Dani Olmo, Pedri o Pau Torres. Luis de la Fuente y sus jugadores pelearán y lucharán hasta ver caer la última gota de sudor por la ansiada medalla de oro.

Ya no es como antaño cuando toda la atención se centraba en el fútbol. Actualmente las olimpiadas están perfectamente organizadas de forma que resulta atractivo cualquier deporte pese a no ser un experto en la materia. El fútbol de los JJOO dejó de ser un Mundial, pero sigue siendo fútbol.