El Paris Saint Germain tiene todo a favor para arrasar esta temporada en todas las competiciones
Por Pablo Falcones
En 2011, Nasser Al Khelaifi iniciaba en París uno de los proyectos más ambiciosos en la historia del fútbol. El qatarí se hacía con las riendas del Paris Saint Germain y empezaba una reconstrucción que a día de hoy lo ha convertido, para mí y para muchos, en el mejor equipo del mundo en este deporte.
Desde ese año no han dejado de llegar tremendas estrellas al club y poco tiene que ver con la entidad que cogió por entonces. El mayor 'boom' de todos lo dio en el verano de 2017, cuando fichó a Neymar procedente del Barcelona y a Mbappé desde el Monaco a cambio de 222 y 180 millones de euros respectivamente. Siguen siendo los dos fichajes más caros de la historia.
Por supuesto, en estos diez años han arrasado en Francia. Siete ligas, 6 Copas, 6 Copas de la liga y 8 Supercopas para un total de 27 trofeos de 40 posibles. Un 67% de todos los de la historia del club en su país. Su único 'lunar' desde entonces es que no han podido conseguir la joya de la corona, la Champions League.
Hace dos temporadas la rozaron contra el Bayern Múnich (1-0) y en este se quedaron en semifinales contra el City (1-2 y 2-0). Pero en este ya no tienen excusa. Son de largo el gran favorito a conquistarla, así como todos los títulos que disputen. No viene mal recordar que también 'perdieron' la Ligue 1 por 1 punto frente al Lille.
La crisis que sacude el fútbol a nivel económico no ha afectado tantísimo a los galos. Han hecho una gran cantidad de fichajes de renombre para reforzar su parcela defensiva, que era seguramente la que más les fallaba. Donnarumma, Achraf, Sergio Ramos o Wijnaldum dotan al equipo de un lustre increíble.
A todo esto, se puede hacer oficial la llegada de Messi desde el Barcelona después que el argentino se haya despedido del club. Sería la guinda a un proyecto faraónico en el que Neymar aparecería como su gran acompañante. Esta temporada podría quedarse Mbappé. Más un tal Di María, que a sus 33 años sigue siendo incombustible.
En definitiva, una plantilla de ensueño en un momento tan delicado para todos los clubes a la hora de reforzarse. Una 'escuadra' casi imbatible a priori que tiene todo de cara para salir campeón de cada competición en la que participe. Diez años después, el sueño de Al Khelaifi parece más cerca que nunca de hacerse realidad.