El Real Madrid necesita ir al mercado de fichajes ¡ya!
El Real Madrid es uno de los señalados en el aumento de la burbuja futbolística. El club banco, con la llegada de Florentino Pérez y su ideario galáctico, comenzó a contratar a las grandes estrellas del momento con precios muy superiores a los que demandaba el mercado. A partir de estas transacciones, los clubes comenzaron a exigir más y más dinero, mientras que los jugadores también subían sus salarios y los representantes apretaban en los despachos a directivas y administrativos. Tal vez por esto se nos hace raro que los blancos no hayan pagado por un solo fichaje, sobre todo tras la salida de Raphael Varane y el déficit en la delantera mostrado el año pasado.
Algunos hablarán, probablemente antes de tiempo, y recordarán de como Florentino Pérez advirtió que el fútbol iba camino de la ruina. Falso. Las cuentas del Real Madrid han terminado la temporada con beneficios y, tal y como ha demostrado el Manchester United, el fútbol no se va a la ruina. Todavía hay equipos con suficiente músculo económico para hacer grandes apuestas pese al impacto de la crisis que, por supuesto, ha hecho mella, pero no ha derrumbado las torres de la industria futbolera. Tampoco las del Santiago Bernabéu, salvo sorpresa en la remodelación del estadio.
La razón por la que el Real Madrid se resiste a fichar, según han informado varios medios, es porque los blancos están esperando la llegada de un galáctico, que se producirá a finales de agosto. La opción prioritaria es Kylian Mbappé, pero si el galo decide no salir de París, la maquinaria madridista acudirá a Dortmund para conseguir a Erling Haaland. Desde luego, ambas opciones son fichajes de relumbrón que seducirán al público, ¿pero puede ser el único?
No, no, no y mil veces no. El Real Madrid necesita muchísimas más mejoras en la plantilla. El equipo está envejecido y la marcha de Varane ha dejado un hueco en el centro de la defensa. Los blancos no pueden conformarse con otro proyecto de continuidad, necesitan salir al mercado, aprovechar oportunidades y construir un equipo B, de rotación, para poder dar descanso a jugadores como Casemiro, Kroos, Modric o Benzema que la temporada pasada tuvieron que jugarlo prácticamente todo.