El reto mayúsculo de Andrea Pirlo que llega demasiado pronto
Por Adrían Marcos
"Pienso, luego juego" se llama la autobiografía del nuevo técnico de la Juventus de Turín, que ahora tendrá que aplicar todas esas ideas que tenía sobre el terreno de juego para liderar al mejor equipo de Italia y ampliar las páginas de ese libro de título cartesiano. Andrea Pirlo, que hace no mucho que colgó las botas en la MLS, se hará cargo del banquillo de la 'Vecchia Signora' en su primera experiencia como entrenador, un reto mayúsculo que quizá llega demasiado pronto.
El ex-futbolista italiano fue presentado como entrenador del filial 'bianconero' hace poco más de una semana y, sin llegar a dirigir ni una sesión, la directiva del club ha decidido que sea el encargado de suceder a Maurizio Sarri. El veterano técnico fue destituido y entre los rumores de la llegada de Pochettino, Inzaghi y Zidane tras la eliminación en Champions, saltó la sorpresa cuando a las ocho de la tarde la Juventus hacía oficial el ascenso de Pirlo, que ha firmado un contrato de dos temporadas.
El de Flero ni siquiera ha terminado el trabajo final que le otorgará la licencia de la UEFA como entrenador de élite y es probable que no la reciba hasta septiembre, pero eso no le impedirá ponerse a las órdenes del equipo desde el primer día de la vuelta al trabajo. En principio Andrea Agnelli y toda la directiva le dará plenos poderes para diseñar la plantilla de cara al próximo curso y habrá que ver con quien cuenta y que refuerzos solicita.
El reto al que se enfrenta Andrea Pirlo, con un equipo que se ha llevado los últimos nueve 'Scudettos', va más allá de mantener su dominio en Italia. El italiano es el hombre en el que han confiado en la Juventus de Turín para ir más lejos en Europa, para aspirar a la Champions League, y eso es todo un desafío para un técnico recién salido de la academia.
En Turín sueñan con que Pirlo sea su Pep Guardiola o su Zinédine Zidane y es el camino que quería seguir el ex-futbolista como él mismo confesó en su presentación como entrenador del filial, que milita en la Serie C. Su idea era foguearse dirigiendo a los jóvenes, conocer la cantera y probar para dar el salto con el rodaje suficiente para triunfar en el primer equipo, pero esa etapa, habrá que ver si para bien o para mal, Andrea la ha quemado en cuestión de ocho días.
Ahora la incertidumbre del mundo del fútbol es cómo será Pirlo como entrenador, aunque viendo cómo era cuando se calzaba las botas se despejan muchas dudas. Los que mejor le conocen aseguran que es un privilegiado mentalmente, que cuenta con un amplio conocimiento en todos los aspectos del fútbol y que no tendrá problemas para empezar a dirigir.
Está claro que el italiano no será un entrenador que busque el resultado sin importar la manera de obtenerlo, lo que se espera es que tenga un buen trato de balón y lo que ha avanzado él lo confirma. En una conversación con Cannavaro durante la cuarentena aseguró que su sistema predilecto es el 4-3-3 que le permita tener el control del balón y a partir de ahí fundamentar su ataque, pero a lo largo de su carrera fue capaz de adaptarse a muchos esquemas por lo que se espera mucha versatilidad.
Pirlo no llega con un estilo marcado como sucedió con Pep Guardiola, que desde sus inicios en la cantera blaugrana ya dejó claro que lo suyo era el toque y la posesión. Si se tuviese que comparar, lejos de la experiencia de uno y otro antes de dar el salto al primer equipo, su llegada sería similar a la de Zidane en cuanto a su capacidad de adaptación a los jugadores de la plantilla. Como sucedía en el campo, el italiano será capaz de jugar en corto, pero también de buscar el desplazamiento en largo.
Habrá que ver que sucede ahora con futbolistas como Cristiano Ronaldo, que ha sido vinculado con el PSG en los últimos días, o cómo le va a Arthur, aunque conociendo su estilo de juego probablemente no sufra para adaptarse a Pirlo. Además habrá que estar atento al mercado de fichajes con nombres propios como Sandro Tonali, 'el nuevo Pirlo', o Isco, a quien el Pirlo de siempre recomendó fichar el pasado verano.
Teniendo todo esto en cuenta, la llegada de Andrea Pirlo al banquillo de la Juventus de Turín se presenta con más dudas que certezas y con una sensación de premura que puede salir bien, pero también muy mal. El mayor acierto, antes de verle como entrenador, es aprovechar la presencia aún de futbolistas como Buffon, Chiellini y Bonucci, que compartieron vestuario con él, son amigos y serán un gran apoyo dentro del vestuario. Aunque dudo mucho que nadie se atreva a discutir una decisión de 'L'Architetto' que una vez aseguró añorar las peleas en los bares.