El sentido común todavía existe: Leonardo Cuéllar renunció al América Femenil

El América es un club con exigencia casi desmedida en todos los niveles, pues a pesar de no tener plantillas para arrasar en ninguna categoría, el único objetivo del club siempre será ganar todos los partidos y salir campeón.

Bajo esa encomienda tan característica que ha hecho grande esta institución, una derrota como la del pasado sábado frente a Chivas en la Liga MX Femenil es inaceptable. Mucho menos si acumulas cinco partidos sin poder conseguir una victoria y estás fuera de liguilla.

Leonardo Cuéllar demostró que todavía existe el sentido común en el fútbol, que el América es un club que requiere excelencia y que se puede salir con dignidad a pesar del mal paso reciente. El entrenador de las Águilas puso el ejemplo de cómo reaccionar ante un evidente final de ciclo.

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Las humillaciones no son permitidas en Coapa y los equipos grandes deberían tener tatuado ese lema, porque son ese tipo de actitudes las que te ponen en la cima al final del camino. Si el América perdió 4-2 el Clásico Nacional y en el Estadio Azteca, lo mínimo que se debe pedir es una disculpa.

Cuéllar sabía que al interior del equipo el discurso se había agotado, que las mujeres necesitaban un nuevo impulso anímico y que los ciclos se cumplen. Acorde a su trayectoria, Leonardo presentó la renuncia más decente que se ha vivido en el club en los últimos años y de la cual hay mucho que aprender.

La primera lección es que bajo el escudo del América siempre tendrás una presión extra. Que los ojos están encima aunque no parezca y que el poder de esta afición es imponente. El trending topic #FueraCuellar hizo tendencia y emuló a otro entrenador que también estuvo demás en su puesto, quien por cierto debió reaccionar igual.

La trayectoria de Cuéllar es inobjetable, exitosa y consiguió que el América Femenil fuera uno de los pocos equipos que siempre ha clasificado a la liguilla desde la creación de la Liga MX Femenil. El club siempre podrá estar agradecido con él, pues también le dio el primer título en la era profesional en el 2018.

Cordura, orgullo y elegancia en la renuncia del entrenador azulcrema. Eso es lo que significó la salida de Leonardo y se agradece, porque el América vive de reinventarse constantemente.

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