El show no siempre debe continuar: Conmebol volvió a quedar expuesta y se vivió un nuevo papelón en Sudamérica

Sudamérica no es un territorio sencillo. Todos los años nos encontramos con fuertes conflictos sociales, con países que viven crisis y con equipos de fútbol que no están exentos a esta triste realidad.

Lo cierto es que la Conmebol no logra estar a la altura de esta coyuntura y siempre termina quedando expuesta. Esta vez fue en Colombia, donde se decidió que la pelota debía seguir corriendo y trataron de desentenderse de lo que ocurría.

Las imágenes hablan por sí solas y muestran la negligencia para esta situación. Los gases lacrimógenos que recibieron los futbolistas de River y de Junior en el estadio, los problemas que tuvo Nacional en el hotel, la falta de empatía ante la intención de suspender el juego y las muestras de violencia en las calles que intentaron tapar.

"Gallardo pidió que se ponga música mientras afuera había protestas para intentar generar un clima más distendido a los jugadores y le pusimos reggaetón", declaró el alcalde de Barranquilla y muestra de lo que se intenta hacer.

El fútbol no puede tapar todo lo que está ocurriendo afuera y se deben priorizar la seguridad de los jugadores. Se debió tomar una decisión con mayor responsabilidad y comprender que en ese contexto no se podía jugar un partido de fútbol.

Durante el partido de River y Junior, se escuchaban las bombas de la policía y estas fueron imágenes que se replicaron en todos lados. No es la imagen que el fútbol sudamericano debe dar y se pudo haber evitado tomando una decisión antes de tiempo. Qué sirva como experiencia, ya que no es la primera vez que intentar jugar un partido sin importar las consecuencias. Es hora de que se hagan cargo y tomen responsabilidad del puesto que ocupan. ¡El mundo nos está mirando y debemos estar a la altura!