En el fútbol mexicano, lo que menos importa es el balón
Por Gerardo Cardenas
Una frase cual cliché que se usó durante el fracaso de la copa del mundo fue, "este fracaso, nos va a dar una lección a todos y a partir de aquí las cosas van a cambiar", vaya rotuanda mentira. El fútbol nacional que vive la peor crisis de su historia no tiene la disposición de corregir el rumbo, pues esto implica sacrificio de dinero con la finalidad de darle prioridad a lo deportivo, un escenario que aquellos personajes que dominan el fútbol nacional no desean permitir.
Gente de Grupo Pachuca puso sobre la mesa de los dueños de los clubes el nombre de Marcelo Bielsa para tomar a la Selección Mexicana, el argentino pedía a cambio que sus labores se centraran en el balón y no en lo mercadológico, los dueños de los clubes de la Liga MX le cerraron la puerta al loco. Días después, Rodrigo Ares de Parga, sin previo aviso fue decretado como el nuevo director de Selecciones Nacionales, un hombre nada exitoso y que además tiene un turbio manejo a nivel de clubes.
Hoy se ha creado una comitiva entre los dueños de los clubes para elegir al siguiente entrenador, la gente de Grupo Pachuca ha optado por alejarse del nauseabundo show que están armando los de pantalón largo, que tienen sobre la mesa a Guillermo Almada, un sujeto que se ha ganado una oportunidad ya que su trabajo habla por él. Su rival directo, Miguel Herrera, quien viene de fracaso en fracaso, un tipo sin autocrítica, sin autocontrol y que deportivamente hablando en los últimos años, su carrera va muy a la baja, pese a todo esto, es el favorito.
En México lo que menos importa es el balón, permitimos 10 extranjeros por club porque es más rápido y eficaz firmar en Sudamérica que apostar por formar talento nacional, el mercado interno es tan inflado que vender a Europa resulta casi imposible, soñamos con jugar libertadores y somos parte de un torneo pobre junto con los clubes de la MLS llamado Leagues Cup, buscamos una selección que compita y tenga un crecimiento paulatino pero real y quieren firmar al entrenador que sin el menor grado de criterio sale a decir "voy a ser campeón del mundo", están manchando el balón y agudizando la crisis.