Los equipos de LaLiga con más goles anulados por el VAR desde que comenzó a utilizarse

Tecnología y fútbol: una mezcla que algunos aficionados se rehúsan a aceptar

El fútbol es un deporte en el que el error forma parte fundamental del mismo. Nada sería igual si el arquero de determinado equipo encontrara la manera de evitar que las pelotas acaben adentro de su portería, el defensa pudiera frenar los embates de los atacantes o al revés, que los delanteros redujeran a cero el margen de error en un mano a mano o en un tiro desde los once pasos.

¿Por qué ha de ser distinto cuando el juzgado es el árbitro?

Los silbantes son uno más dentro del terreno de juego. Sus decisiones, o incluso omisiones, determinan el rumbo de los partidos, afectando por igual a los fuertes como a los débiles, pues todo se define con base en el juicio y criterio de un ser humano como cualquiera de nosotros, con la diferencia de que sus fallos no tienen la misma repersusión que la de un simple mortal.

El que un árbitro se equivoque, puede desembocar que en que un club pierda la categoría, deje ir la cancha de clasificarse a un torneo europeo, o, ¿por qué no?, definir un campeonato. Con la presencia de herramientas tecnológicas, como el VAR, el margen de error habría de reducir a cero. No obstante, los resultados están ahí, y los perjudicados, contrario a lo que muchos pudieran imaginar, no son necesariamente los privilegiados.