Faces of Football: Marruecos - Carta para la selección nacional

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Querida selección nacional marroquí,

Soy Nabil Hamdaoui, alias Nabil Skily, alias Nabil Au Brésil y, como la mayoría de los niños marroquíes de los 80, crecí viendo a la Argentina de Diego Maradona, la Italia de Roberto Baggio, el Brasil de Ronaldo, la Francia de Zinedine Zidane y, sobre todo, el Marruecos de Mustapha Hadji, Noureddine Naybet y Salaheddine Bassir. 

Aunque sólo tenía dos años y era demasiado joven para recordarlo, viví nuestro partido de octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA 1986, el primero para un país del norte de África. Mis padres me contaban las alegrías de ese torneo y también de la Copa Africana de Naciones de 1976, cuando Ahmed Faras condujo a la nación a su primer título continental.

El primer torneo que recuerdo que disputó Marruecos fue la Copa del Mundo de 1998, y qué agridulce fue. Quedamos eliminados en la fase de grupos, pero estuvimos muy cerca de pasar a los octavos de final, y lo habríamos hecho si no fuera por la sorprendente derrota de Brasil ante Noruega en la última jornada. Fue desgarrador, pero me sentí muy orgulloso de mi país por su esfuerzo en Francia. 

La emoción y el orgullo que sentimos por nuestra selección siempre han sido reales. Nos lo transmitieron las generaciones anteriores, que saborearon la gloria durante la época dorada del fútbol nacional, y aunque desde entonces no hemos alcanzado esos niveles, la esperanza se mantuvo porque siempre hemos sido capaces de producir al menos uno o dos futbolistas de verdadera categoría. 

Desde las leyendas de los 90 que crecí viendo, como Salaheddine Bassir, Noureddine Naybet, Mustapha Hadji, hasta esta nueva generación de Hakim Zyech, Youssef En-Nesyri, Yassine Bounou, Achraf Hakimi, siempre hemos tenido grandes jugadores, pero a menudo nos ha faltado el espíritu de equipo y la unidad para aprovechar al máximo estos talentos. Rusia 2018 fue un claro ejemplo de ello, ya que nos costó un poco de tiempo unirnos realmente como equipo, y debido a ello acabamos siendo eliminados en la fase de grupos. 

Espero que este Mundial de Qatar sea diferente, y que demostremos nuestras verdaderas credenciales en el escenario mundial. Hace mucho tiempo que no damos una buena imagen en un Mundial -desde 1998-, pero siempre hemos confiado en que Marruecos tiene el potencial para hacer grandes cosas en un gran torneo de nuevo con los jugadores adecuados y el espíritu de equipo. Espero que ahora tengamos ambas cosas.  

El torneo de este año es clave para nosotros como nación. Tenemos que dejar atrás los cambios de última hora en el cuerpo técnico y los problemas internos a los que se ha enfrentado el equipo y dar buena cuenta de nosotros mismos para mostrar al mundo quiénes somos realmente. 

Somos Marruecos. 

Vivimos el fútbol de otra manera. 

Celebramos al equipo con todo nuestro corazón, dentro y fuera del campo. 

Vayamos paso a paso, y hagamos que nuestro país se sienta orgulloso partido a partido. 

Confiamos en ustedes. Los queremos.