Florentino y sus colaboradores hacen el ridículo por toda Europa

La gestión de Florentino Pérez al frente del Real Madrid, tanto en términos económicos como deportivos ha sido inmejorable. Pero su ambición por superar el legado de Don Santiago Bernabéu y convertirse en el mejor presidente de la historia le ha llevado a hacer un ridículo sin precedentes que ni él mismo se imaginaba. Años trabajando en la Superliga, convenciendo a otros clubes para que unieran a su proyecto para que en 48 horas todo se desmoronase cual castillo de naipes.

Florentino puede caer bien o mal, o le amas o le odias, te pueden gustar o no sus ideas, pero sería absurdo negar que es un buen gestor y por eso cuesta aún más entender que la Superliga muriese incluso antes de nacer por el abandono de sus socios de rebelión. Florentino será muy bueno en los negocios pero se le olvidó que a los aficionados no se les puede comprar, y sin afición no hay fútbol por muchos millones que tengas en la cartera.

Si la UEFA ha ganado el pulso a la Superliga, aunque el mérito no es suyo sino de los aficionados, es que el proyecto no estaba bien atado y que aún tenían mucho trabajo. Él mismo reconoció que las necesidades originadas a causa de la pandemia fueron las que empujaron a que el anuncio de esta competición se hiciese cuanto antes. El dinero cegó a Florentino y a los otros 11 responsables que sabían donde se metían sin contar con sus jugadores y con sus aficionados y hasta que no vieron que todos ellos les daban la espalda no empezaron a recular. El ridículo y la humillación es compartido entre todos y deberían hacer una profunda reflexión. Pero la mayor parte del pastel se la lleva el expresidente de la Superliga que fue el primero y el único en comparecer públicamente. Una mala idea se mire por donde se mire.

En primer lugar la comparecencia de uno de los 12 ya te demuestra que no había unidad entre ellos y en segundo lugar, un acontecimiento como este se anuncia a bombo y platillo por toda Europa. Si van a ganar tanto dinero que hagan un despliegue a la altura. Desde un principio el proyecto estaba abocado al fracaso y Florentino se ha llevado la peor parte. Veremos si eso le perjudica en su nuevo mandato al frente del Real Madrid, pero eso es algo que sólo los socios del club blanco deben decidir.

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