Griezmann se queda sin sitio en el FC Barcelona

El futbolista francés llegó al conjunto azulgrana como una de las mayores estrellas del planeta: a cambio de 125 millones de euros, campeón de la Copa del Mundo, candidato al Balón de Oro... y tras un año y medio aún no ha conseguido cumplir con las expectativas en ningún momento. Primero fueron unas y después otras razones las que alejaban a Antoine Griezmann de mostrar su mejor versión y ahora todas suenan a excusa ante un jugador que parece haberse quedado sin sitio.

Lo sucedido en el encuentro ante el Huesca no es más que la confirmación del papel secundario, o incluso más retrasado para Ronald Koeman, que tiene el galo en el FC Barcelona. Griezmann disputó tan solo nueve minutos que se suman a su cambio con el partido aún por decidir contra el Eibar, su incomparecencia en Valladolid y sus también tempranas sustituciones ante Valencia y Real Sociedad en encuentros igualados.

Estas son las mayores muestras de la falta de confianza del técnico en un futbolista al que, por las declaraciones del neerlandés tras el choque de ayer, han adelantado Pedri, Dembélé y Braithwaite. El esquema de tres centrales y carrileros coloca al canario y al danés junto a Messi en el tercio ofensivo del campo, y el de tres centrocampistas, lejos de sumar a Griezmann, integra a su compatriota por la profundidad que aporta en la banda.

Griezmann reclamaba jugar en su posición, y no lo hizo mal cuando tuvo la oportunidad hace ya unos meses, pero el equipo no terminaba de funcionar y en la búsqueda de alternativas de Koeman, el francés se quedó fuera. Ahora Messi y Pedri son indiscutibles, hay que aprovechar el buen momento de Dembélé, y el 'Principito', que se conformaría con ser delantero, tampoco tiene hueco ahí, y además Ronald sigue buscando otro nueve más.

A decir verdad no es de extrañar que Griezmann haya pasado a engrosar la lista de suplentes en Can Barça atendiendo a su rendimiento. Sus tres tantos y dos asistencias en 15 partidos de LaLiga este curso no están a la altura de los 125 millones de euros que costó, y mientras no sea capaz de ser la alternativa a la falta de gol, algo que los blaugranas necesitan, seguirá siendo uno más de la plantilla, lejos de la estrella que prometía ser, lejos de hacerse un hueco en el once titular.