Hernán Crespo, de sus inicios en River a entrenador del Sao Paulo

La historia de Hernán Jorge Crespo con el fútbol comenzó en 1988 cuando con 13 años ingresó en las divisiones inferiores de River, el club de su vida. Cinco años más tarde y de la mano de Daniel Passarella, le llegó la oportunidad de debutar en Primera en un triunfo por 4 a 1 ante Newell's. Campeón de los Apertura 1993 y 1994, su momento cumbre en Nuñez llegaría en 1996 con la obtención de la Copa Libertadores. Fue el goleador del equipo con 10 tantos y se despidió a lo grande marcando los dos goles con los que el equipo de Ramón Díaz daría la vuelta olímpica en el Monumental ante América de Cali.

En agosto de 1996 comenzaría su exitosísima carrera europea, dejando su marca en cada club por el que pasó. Parma, el primero de ellos. Máximo goleador en la historia de la institución con 94 goles, en 1999 conquistó la Copa Italia, la Supercopa de Italia y la Copa UEFA.

Sus actuaciones no pasaron desapercibidas y en julio de 2000, Lazio desembolsó 55 millones de dólares por su pase, una verdadera fortuna para la época. Como siempre, Hernán pagó con goles. Fue el capocannoniere de la temporada 2000/2001 y campeón de la Supercopa de Italia 2000. Se terminaría yendo del conjunto romano en 2002 registrando un total de 48 goles en 73 partidos.

Inter lo eligió para reemplazar a Ronaldo tras su partida a Real Madrid y si bien dejó la asombrosa marca de 16 goles en 30 partidos, su estadía apenas duraría un año. El Chelsea se lo llevó para 2003/04 a cambio de 28 millones de euros y en su primer año en Inglaterra anotó 10 goles en 19 encuentros.

La temporada 2004/05 lo encontró a préstamo en el Milan de Ancelotti, siendo protagonista de aquella increíble final de Champions League en la que sus dos goles no alcanzaron para levantar la Orejona, una cuenta pendiente en su carrera: Liverpool levantó un 0-3 y festejó en los penales. Volvió a Chelsea para 2005/06, fue campeón de la Premier (aportó 10 goles en 30 partidos) y regresó a la ciudad de Milan, pero para un segundo ciclo en Inter. Entre 2006 y 2009, Valdanito alzó dos Scudettos y dos Supercopas de Italia.

Sin lugar en el equipo de Mourinho, en 2009 tuvo un fugaz paso por Genoa y en 2010 regresó a Parma por una segunda etapa y su posterior retiro en 2012.

Capítulo aparte merece la selección argentina, esa a la que Crespo tanto le dio. Hizo su estreno en 1995 y al año siguiente fue el goleador del equipo que consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Mundialista en Francia 1998, Corea - Japón 2002 y Alemania 2006, tuvo la mala suerte de ser contemporáneo a Batistuta, quien le quitó chances en sus dos primeros mundiales. Ya sin él, fue el 9 indiscutido en Alemania. Máximo anotador argentino en Eliminatorias Sudamericanas hasta la aparición de un tal Lionel Messi, se despidió de la selección en la Copa América 2007 siendo el 4º máximo goleador con 35 tantos en 64 partidos.

Su rol de entrenador lo comenzó a pulir en 2014 en las divisiones inferiores de Parma. En 2015 asumió en el humilde Modena de la Serie B italiana, donde no le fue bien. Se tomó un tiempo para capacitarse y retomó la actividad en 2018 en Banfield. Con el Taladro comenzó a mostrar su idea de un fútbol ofensivo, pero los resultados no lo acompañaron y su siguiente escala fue Defensa y Justicia en 2019. Con el Halcón levantó vuelo. En su primer torneo doméstico le complicó un campeonato a River empatándole en el Monumental. Ya en 2020, estuvo a un minuto de lograr la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, pero la eliminación lo depositó en la Copa Sudamericana y allí demostró que estaba para cosas importantes. Dejó en el camino a Sportivo Luqueño, Vasco da Gama, Bahía y Coquimbo Unido para darle un paseo a Lanús en la final y así obtener su primer título como DT.

Independiente lo quiso llevar y también lo tanteó la selección chilena. En el futuro no hay dudas de que su camino se cruzará nuevamente con el de River, pero su desafío inmediato será en Brasil y al mando de un gigante como lo es Sao Paulo. Profesional como pocos desde sus inicios, Crespo se perfila como uno de los entrenadores con mayor potencial del fútbol sudamericano.