Himno Nacional de México: ‘Mexicanos al Grito de Guerra’, letra completa y significado
El Himno Nacional Mexicano es uno de los tres símbolos patrios del país junto al escudo y la bandera, el cual comenzó a usarse desde 1854, aunque se hizo oficial desde 1943 tras un decreto expedido por Manuel Ávila Camacho, presidente de México de 1940 a 1946. Las estrofas y estribillo fueron compuestas por el poeta Francisco González Bocanegra, mientras la música fue del compositor Jaime Nunó.
En 1853, el General Antonio López de Santa Anna ordenó se publicara una convocatoria en el Diario Oficial para invitar a los poetas a participar en el concurso para escoger la mejor composición para utilizarse como canto patriótico.
El Himno Nacional es un poema lírico, donde se enaltece la lucha por resguardar la soberanía e independencia nacional, haciendo alusión a las batallas libradas por los mexicanos en contra de las amenazas extranjeras. Es la esperanza, valor y unión del pueblo mexicano cuando de defender la patria se trata. La letra del cántico alude a las victorias mexicanas en batallas, sobre la defensa de la patria, las virtudes del pueblo que la ejerce y el sacrifico que conlleva. La versión original está compuesta por diez estrofas, pero en los noventa años que pasó para su oficialización pasó por varias modificaciones, quedando reducido a cuatro estrofas y el estribillo a partir de 1943.
Durante décadas se ha mencionado que el Himno Nacional Mexicano es considerado el segundo más bello del mundo, detrás de ‘La Marsellesa’ de Francia.
En el artículo 42 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, menciona que: ‘El Himno Nacional sólo se ejecutará, total o parcialmente, en actos solemnes de carácter oficial, cívico, cultural, escolar o deportivo’.
Asimismo, en el caso de las versiones parciales indica que en planteles escolares y eventos deportivos, tales como los Juegos Olímpicos, las únicas partes del himno que pueden interpretarse o reproducirse son estribillo y estrofa I.
LETRA DEL HIMNO NACIONAL MEXICANO
Estribillo
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón;
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
Estrofas
I
Ciña ¡Oh, Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh, Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la Patria aquí fue.
X
¡Patria! ¡Patria!, tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
El resto de las estrofas
II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo tu frente,
volverán inmortales a ornar.
III
Como al golpe del rayo la encina,
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más, de tus hijos la sangre,
se derrame en contienda de hermanos;
sólo encuentre el acero en sus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defiende la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible,
tu sagrado pendón tricolor.
Él será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo.
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
VII
Si a la lid contra hueste enemiga,
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera,
mexicanos, valientes seguid.
Y a los fieles bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares,
el guerrero a cantar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas,
también sabe a los bravos premiar.
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla,
de la Patria en las aras sucumba,
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille, de gloria, la luz.
Y, de Iguala, la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa una cruz.
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