Italia vence en penales y se proclama campeona de la Eurocopa 2020
Tras 15 años de sequía la selección italiana vuelve a conquistar un trofeo internacional. Favoritos a lo largo de todo el planeta y arropados por la gran mayoría del público neutral pueden irse a casa tranquilos porque han sido justos campeones de esta Eurocopa.
La última década de esta selección ha sido tremendamente complicada, pero cada eliminación repentina y cada desastre a la hora de clasificar a un torneo ha merecido la pena. En un Wembley repleto de ingleses Italia vuelve a coronarse campeona de Europa.
El partido comenzó con la Three Lions demostrando que quería ganar esta final. Una jugada que inició Luke Shaw en la banda izquierda terminó con el propio lateral rematando a bote pronto tras un centro medido de Trippier. Los ingleses se adelantaron tanto en el marcador como en el dominio del encuentro de la mano de Shaw. El héroe inesperado.
El resto de la primera mitad fue un monólogo inglés. Los italianos intentaron algunas combinaciones cerca del área rival pero fueron incapaces de sobrepasar el muro que plantó Gareth Southgate.
El descanso permitió a ambos entrenadores retocar aquellos detalles que no les hubiesen convencido de sus equipos para salir con la cara renovada a una segunda mitad memorable.
Se notó en demasía tanto la mano de Mancini como el cansancio de los británicos que dieron un paso atrás nada más comenzar la segunda mitad. De la mano de un gran Chiesa y un mejorado Insigne los del país de la bota empezaron a hacer muchísimo daño a una Inglaterra adormecida que acabó por encajar el empate tras un barullo en un córner.
La segunda parte fue una lección de como afrontar un resultado adverso por parte de la azzurra. A partir del minuto 70 el partido tomó un rumbo mucho más trabado que impidió que viésemos demasiadas ocasiones de peligro.
Irremediablemente la prórroga hizo acto de presencia, y es que los noventa minutos dejaron al público con un sabor de boca complicado. Cada selección se impuso durante medio tiempo y la ausencia de ocasiones claras nos castigaron con un partido que no pasará a la historia por su belleza.
El ritmo creció muchísimo en la segunda mitad de la prórroga con una Inglaterra que dio un paso al frente de la mano de Grealish. La final de la Eurocopa se decidió en unos penaltis en los que Donnarumma se disfrazó de Buffon.
No rendirse es fundamental para alcanzar el éxito, y si hay una selección que ha demostrado que las adversidades a lo largo de los últimos años no son suficientes para tumbarles son ellos. Felicidades Italia.