João Félix, entre la irregularidad y la grandeza

João Félix es el gran protagonista de la noche de Villarreal. El luso hizo todo lo que debía hacer para ser el hombre más comentado del lunes. Comenzó siendo suplente en lo que se intuyó como un castigo de Simeone por su desaparición en el encuentro de Champions League. Salió en la segunda parte, realizó una maravilla, marcó un golazo, lo celebró enfadado mandando callar y volvió a desaparecer. El método de cualquier 10 que se precie. Entre la irregularidad y la grandeza. El nuevo príncipe del Atlético de Madrid, aunque al contrario de lo que decía Sabina, todavía no es demasiado tarde y los atléticos están dispuestos a animarle.

Tenemos que hacer hincapié en la tan comentada celebración de João Félix para entender su momento de forma actual. Tras el partido, se desveló que iba dirigida hacia Renan Lodi. Su compañero y amigo le advirtió en los prolegómenos que debía ponerse las pilas sobre el césped, que el equipo le necesitaba. Esto hirió el orgullo de João y tras marcar el tanto que sentenció el partido, aireó toda su rabia.

¿Por qué le dijo esto Renan Lodi? Porque le irregularidad propia del 10 talentoso que engatusa al aficionado tiene un límite y el luso lo había sobrepasado. Demasiados partidos escondido, sin presencia ni influencia en el juego, sin detalles ni maravillas. Con la camisa impoluta, ni tan siquiera sucia, y en lugar de sonrisa una especie de mueca del que no conecta consigo mismo. João no perdió su idolatría porque el colchonero todavía lo recuerda por sus grandes jugadas.

Ayer despertó de su letargo y asaltó a todo gurú que levantó el silencio entre el fútbol y sus botas. Demostró que puede continuar sembrando las islas de moda, las flores de tu gracia. El estado de forma en un jugador de sus cualidades es pasajero y diez minutos de fútbol pueden ganar partidos. Entre la irregularidad y la grandeza como Sabina entre la cirrosis y la sobredosis. Así sobrevive João.