José Mourinho, el nuevo emperador romano
La noticia ha sacudido toda la actualidad deportiva. Solo una figura como la de José Mourinho puede restar importancia a toda una semifinal de Champions League entre el París Sanit-Germain y el Manchester City. Solo The Special One puede realizar un movimiento tan inesperado. El técnico, tras ser despedido del Tottenham, fichará por la AS Roma. Vuelve a Italia para intentar llevar a la Roma, de nuevo, al camino de la gloria.
La Loba no está bien. Esta temporada quedará entre el séptimo y el octavo lugar y, para más inri, lo hará muy por debajo de la Lazio. En el momento en el que escribo este artículo, los laziales suman nueve puntos más que su rival. Y no ha sido por falta de inversión ni por dirección técnica. Los romanistas han tratado de confeccionar equipos que den la talla, pero en todas las temporadas les ha faltado ese punto de competitividad necesario para llegar a la cima.
La Roma ha conseguido el arte y juega bien al fútbol, pero no la agresividad y la competitividad necesaria para sacar partido a la belleza. Mourinho es el entrenador adecuado para revivir el carácter que les llevó a ser un clásico de la Champions League.
Mourinho será el nuevo emperador… y es algo más que un tópico. El imperio romano se construyó en base a la fuerza militar. Los romanos eran temibles, sus ejércitos eran invencibles. Conquistaban y se adaptaban a la cultura del nuevo territorio, pero siempre con el poder militar como base. Este poder militar debe ser la fuerza, agresividad, intensidad y competitividad del equipo para triunfar. Seguir el ejemplo de su pasado. Un ejemplo del que Mourinho ya hizo gala en el Inter de Milán, el Real Madrid o el Chelsea.
Apunten a la AS Roma y confíen en Mourinho. El luso guiará a los romanistas a la cima, a la pelea con el norte y a discutirle el título a los equipos de Milán y la Juventus; y hará que todos volvamos a vibrar con el derbi della capitale. Mourinho ha llegado a Roma con mano de hierro y el imperio a sus pies. Caput mundi.