La emotiva carta de Andrés D'Alessandro en The Players' Tribune: el argentino que conquistó Brasil
Por Eitan Benzaquén
En el futbol hay historias de amor que valen la pena contar y una de ellas es la de Andrés D'Alessandro. El argentino que conquistó a los hinchas del Inter de Porto Alegre y se convirtió en uno de los máximos ídolos de la institución.
Fueron 12 años en el club en dos etapas, en los que vivió muchísimos momentos de gloria. Allí ganó la Copa Libertadores (2010), la Copa Sudamericana (2008), la Suruga Bank (2009), la Recopa Sudamericana (2011), dos Recopa Gaúcha (2016 y 2017) y seis campeonatos del estado de Río Grande do Sul (2009, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015).
Ahora escribió una emotiva carta que se publicó en el sitio The Players' Tribune, en la que contó parte de su historia de amor por el Inter.
Su llegada: Era una noche de invierno cuando aterrizó el avión. Esperaba con ansias el primer contacto con los fanáticos y ya estaba pensando en las fotos y autógrafos que iba a dar. Allí ocurrió algo que no imaginaba .¡Cientos de hinchas estaban en el aeropuerto para darme la bienvenida! Banderas, fuegos y los bombos de la hinchada. ¡Y todo eso en un día de partido, porque en unas horas el Inter recibía a Santos! Es una locura el esfuerzo que hicieron para hacerme sentir bienvenido desde mi primer día en la ciudad. Eso va para todos los sectores del club: la directiva, los jugadores, el cuerpo técnico, el departamento administrativo, los guardias de seguridad. Por otro lado, esta bienvenida generaba expectativa y presión, más aún en una institución con la grandeza del Inter. En los años previos a mi fichaje, habían sido campeones de casi todo, ¡incluso del Mundial! Y contra el Barcelona de Ronaldinho.
Sus orígenes: Desde que era pequeño nada me llegó sin esfuerzo. Mi padre trabajaba muchas horas como taxista y luego como mecánico para poder comprarme los botines. Nuestra casa era muy estrecha y compartía habitación con mi hermano Marcelo. Siempre recordaré la imagen de nuestras camas junto a la mesa del comedor.
En las categorías básicas de River Plate, donde comencé a los 9 años, casi nunca era titular. ¿El motivo? Era muy pequeño. Prácticamente todos los técnicos utilizaron la misma justificación para dejarme entre los suplentes. Lloré mucho. Mucho.
Su amor por el Inter: Soy argentino de nacimiento y gaucho de corazón. Recibir el título de ciudadano honorario de Porto Alegre fue un orgullo para mí y para mi familia. Sentir el respeto de todos en el estado no tiene precio. Mi hijo menor está a punto de cumplir seis años, es brasileño, de Rio Grande do Sul y por supuesto es C-O-L-O-R-A-D-O.
Su adiós: Mi despedida, en el último mes de diciembre, ocurrió en el momento adecuado y por mi decisión, pero no de la forma que idealizaba. De la forma en que lo merecíamos.
Fuee con las tribunas vacías debido a la pandemia de coronavirus. La ausencia de los últimos besos y abrazos fue un duro golpe, pero al menos me despedí con la certeza de que dejé un legado para las próximas generaciones: el de colocar el escudo de Internacional por encima de todo.
Para leer la carta completa que se publicó en The Playes' Tribune, pueden ingresar aquí.