La herida de Luis Suárez en el Barcelona sangra más que la de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid
Marzo de 2021, comenzamos a darnos cuenta de lo felices que fuimos. No, no hablo del Covid-19, la pandemia ni de ninguna enfermedad. De hecho, en este artículo, el único virus se llama FIFA y se basa en los viajes con las selecciones y las plagas de lesiones. Fuimos felices durante 10 años por la competición entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Dos de los mejores jugadores de la historia, los dos más efectivos y decisivos, dieron su mejor fútbol al servicio de La Liga española. Cristiano se fue del Real Madrid y dejó un vacío inmenso. Sin embargo, era una salida esperada y, aunque todavía no la han conseguido llenar, los blancos sí han ganado títulos y han anunciado un cambio de ciclo. El adiós para avanzar.
La salida de Luis Suárez es muy distinta. El Barcelona tropezó estrepitosamente por una serie de malas decisiones en todos los ámbitos. La primera y más importante fue tirar a Valverde a mitad de temporada, con el equipo líder en Liga. Si querías deshacerte del Txingurri, deberías haberlo hecho antes de que comenzara la temporada, no entremedias confirmando una sentencia dictaminada en Anfield. La segunda fue la llegada de Quique Setién, un entrenador al que no respetaban en el vestuario. La tercera y definitivamente fue la crisis en los despachos, con el Barçagate y un Bartomeu sumiso a cualquier petición del vestuario.
El presidente quiso dar un último volantazo y decidió, tarde y mal, que debía deshacerse de Luis Suárez. El uruguayo iba a fichar por la Juventus, una operación que emulaba a la de Cristiano, pero se torció en el último momento. Entonces, Bartomeu, carente de cualquier visión estratégica, se lo regaló al Atlético de Madrid. El presidente regaló a un futbolista del segundo escalón a un rival directo como el conjunto colchonero.
La salida de Luis Suárez no significó un cambio de ciclo. Esto solo se conseguirá con el adiós de Lionel Messi. El traspaso de Luis Suárez no dejó ni un céntimo en las arcas culés, al contrario, pues se han hecho cargo de una parte de su salario. Cristiano dejó 100 millones. Luis Suárez marca y compite día a día contra el Barcelona y es uno de los grandes artífices del liderato y dominio del Atlético de Madrid. Cristiano anda perdido por la Serie A y los madridistas solo deben preocuparse por él en un hipotético cruce en Champions League.
Así, las diferencias son tan evidentes que no cabe el debate. Mientras el Real Madrid, acertadamente o no, decidió cambiar el ciclo, dejar salir a CR7 y avanzar. El Barcelona lo regaló, no cambió nada y lo sufre continuamente. Así, la herida nunca podrá cicatrizar. La de Cristiano, sin embargo, ya está prácticamente olvidada.