La multimillonaria deuda que debe pagar el Chelsea
Por Quim Ferré
El conjunto londinense acumula una deuda de 1.800 millones de euros, según el diario The Times. Sin embargo, la empresa matriz Fordstam Ltd es propiedad de Roman Abramovich, que debería devolverse el dinero a sí mismo. Tuvo 187M de pérdidas en el anterior ejercicio pese a ganar la Champions League.
El Chelsea se vio afectado por su propio éxito en la última campaña por las bonificaciones que supusieron a nivel salarial conquistar el máximo trofeo continental. Estas hicieron elevar el gasto en sueldos hasta los 399 millones de euros, siendo el segundo club de la Premier League en esta faceta por detrás del Manchester City (420).
Hasta 17'5 millones se añadieron al gasto en remuneraciones como prima por lograr la Champions League, precisamente imponiéndose en la final a los citizens, obligando al magnate ruso a realizar un préstamo de 24 millones para cubrir gastos. Las pérdidas llegaron hasta los 187 millones, dado que durante el mercado se realizaron las siguientes operaciones:
Kai Havertz (80M)
Timo Werner (53M)
Ben Chilwell (50'2M)
Hakim Ziyech (40M)
Edouard Mendy (24M)
Hay que añadirle que Malang Sarr y Thiago Silva aterrizaron sin coste de traspaso al terminar contrato con OGC Nice y Paris Saint Germain, respectivamente, pero con primas de fichaje previsiblemente altas. En total, 247'2 millones de euros en llegadas distaron de los 57'4 en concepto de salidas de Álvaro Morata (35M), Mario Pasalic (14'5M), Nathan Allan (3M), Tiemoué Bakayoko (2M por su cesión), Malang Sarr (2M por lo mismo), Fikayo Tomori (0'6 ídem) y la misma situación con Victor Moses (0'3M).
Con esas pérdidas, el Chelsea se ha visto obligado a cuadrar cuentas y tener una plusvalía entre salidas (121'95M) y fichajes (120M) esta temporada, gastando buena parte en el aterrizaje de Romelu Lukaku (115M) y en el anecdótico préstamo de Saúl Ñíguez (5M). Ha dado salida, tanto en forma de venta como de cesión con pago, a diez futbolistas.
Lo cierto es que, pese a las cifras mencionadas por el rotativo británico, la situación de la entidad de Stamford Bridge está lejos de ser preocupante. La propiedad del club está en manos de Roman Abramovich, quien controla la empresa matriz del club (Fordstam Limited) y, por lo tanto, el mismo. De este modo, cualquier préstamo de dicha multinacional a la entidad inglesa debería ser pagada del magnate ruso para sí mismo, con lo que no corre peligro alguno ni debe dinero a nadie.