La opción de que vuelva Neymar hace daño al barcelonismo
Por Quim Ferré
El antiguo agente y ojeador del FC Barcelona, André Cury, ha asegurado recientemente que el brasileño volverá al Camp Nou para jugar nuevamente con Lionel Messi. Eso ha vuelto a disparar los rumores de una posible vuelta a la que fuera su casa entre 2013 y 2017.
Neymar da Silva decidió irse al Parque de los Príncipes en verano de 2017 después de que el Paris Saint Germain abonase su cláusula de rescisión (222M). Firmó un contrato hasta 2022, que nunca ha renovado, y que expirará el próximo verano si sigue sin hacerlo. Las noticias de los últimos meses han indicado que Kylian Mbappé, que termina su vínculo en el mismo año, puede ser vendido y dejar espacios para que llegue Lionel Messi este verano al quedar libre si no amplía con el FC Barcelona.
De este modo, el argentino y el brasileño se podrían reencontrar o bien en París este verano o bien en Barcelona en el siguiente. No obstante, ¿hace eso bien al conjunto azulgrana? Es evidente que el de Mogi das Cruzes es uno de los mejores futbolistas del mundo y que a sus 29 años todavía le queda mucha cuerda, pero sus pretensiones salariales son inviables para un equipo ya mermado en el aspecto económico.
En ataque hay mucha esperanza por los costados depositada en Ansu Fati (18) y Ousmane Dembélé (23), además de estar sonando un Erling Haaland (20) que dejaría un ataque para prácticamente una década en Can Barça. Esa debe ser la prioridad, ya complicada en sí misma al ser un ariete pretendido por muchos equipos pese a tener una cláusula más asequible para el siguiente verano en su contrato con el Borussia Dortmund, que en este podrá pedir lo que desee.
Todos los nombres de grandes futbolistas a los que se relaciona con el conjunto azulgrana dañan las expectativas de los culés, la mayoría de ellos sabedores de la delicada situación económica del club y conscientes de que según qué incorporaciones no son viables. No obstante, los hay que parecen vivir ajenos a su realidad y siguen pensando que se puede fichar a cualquiera, cuando no es así.
No se trata solo de las limitaciones para nuevas entradas, sino la dificultad para salidas. La anterior junta directiva firmó grandes contratos a futbolistas que, a día de hoy, no recibirán la misma remuneración que en Can Barça en ningún caso. El caso más evidente son los 8 millones netos para Samuel Umtiti por temporada, quien de bien seguro tratará de apurar su contrato hasta 2023 para embolsarse más de 16.
Otros como Antoine Griezmann (17M anuales hasta 2024), Philippe Coutinho (12M anuales hasta 2023) o Sergio Busquets (11M anuales hasta 2023) difícilmente renuncien a apurar esos vínculos, siendo algunos de los más mencionados a la hora de hablar de posibles bajas. Por otro lado, Ousmane Dembélé recibe 12 anuales pero termina contrato en 2022, con lo que si se le renueva pedirá más y es un futbolista en el que pensar de cara al futuro.
De este modo, cuando se habla de reconstrucción se debe valorar que los futbolistas no van a marcharse porque el club quiera y este mismo no tiene tampoco la capacidad económica de abonar el salario restante para liberarlos. La entidad azulgrana ya tuvo que posponer el pago de las fichas y reducir hasta en dos ocasiones el sueldo a corto plazo para abonarlo más adelante, con lo que es alejarse de la realidad pensar que Neymar da Silva puede volver pese a renunciar a gran parte de los 36 millones de euros brutos anuales que recibe en la capital francesa.
El retorno de Joan Laporta tiene como una de sus principales misiones volver a proyectar la imagen del FC Barcelona como aquél club en el que quieren estar los mejores jugadores, algo que se ha ido perdiendo con el tiempo, ponerlo por encima de cualquier nombre. En ese sentido, deberá lidiar con ello y con la opción de que, tal vez, hacer volver al brasileño sea el argumento definitivo para que Lionel Messi no se marche gratis este verano.
Las bases para el futuro se han ido asentando con apariciones de futuro muy interesantes como las de Pedro González "Pedri" (18), Ronald Araújo (22), Óscar Mingueza (21), Sergiño Dest (20), Frenkie De Jong (23), Ilaix Moriba (18) o el mencionado Ansu Fati, llamado a ser un jugador muy importante por lo que ha mostrado a su corta edad. Crecer con esta generación y, con el paso de los años, ir dejando atrás los contratos estratosféricos mencionados anteriormente son la vía de reconstrucción de un conjunto azulgrana al que parece que todavía le costará fichar grandes nombres.