La puntería del Real Madrid es suficiente para llevarse el derbi 1-2 ante el Atlético
El Wanda Metropolitano se vistió con sus mejores galas para recibir uno de los partidos del año. El derbi madrileño llegó esta temporada de LaLiga a las primeras de cambio. Dos equipos, Atlético de Madrid y Real Madrid, pugnaron por un mismo objetivo: acallar la polémica con buen fútbol.
La primera gran sorpresa llegó con la alineación. Antoine Griezmann recibió la confianza del 'Cholo' Simeone y se vistió de corto de inicio por primera vez en toda la temporada.
El Real Madrid completó un primer tiempo bastante pobre pero fue suficiente para marcharse a los vestuarios con dos goles de ventaja en dos jugadas aisladas en las que los blancos supieron contragolpear de forma excepcional. Es lo que tiene este equipo, no importa cuanto le golpees que si no lo rematas te vas a acabar arrepintiendo.
Es la seña de este Real Madrid, no necesita ser superior a su rival para ganar los partidos con contundencia absoluta. Este tipo de equipos son los que acaban ganando grandes cosas.
Rodrygo apareció al minuto 18 y Federico Valverde al 36 para firmar una ventaja clara sobre los colchoneros al descanso.
Atlético de Madrid buscó darle la vuelta al marcador. Al 83, Mario Hermoso acercó a su equipo en el marcador, pero el empate no llegó. Al 90+1 el defensa se fue expulsado.
Es lo de siempre, pero es que hay que destacar el partido de Thibaut Courtois. El guardameta belga es el sustento de un equipo que en ocasiones necesita apoyarse en un seguro como su espectacular cancerbero.
Tres puntos más para un Real Madrid que tiene clara su idea de juego: sin errores es muy complicado perder.