La Superliga Europea, un capricho de niños ricos que afortunadamente ya caducó

¿En qué cabeza cabe pensar en que una liga de 12 clubes va a ser aceptada por el mundo del fútbol? ¿Salvar el deporte? ¿Qué tiene Florentino Pérez en su cabeza? Las aficiones hablaron y el escándalo se transformó en una certeza: la Superliga Europea termina desintegrándose. Y en realidad nunca debió existir.

Fue un capricho de niños ricos. De esos que nacen en cuna de oro y tienen todo a su favor. Fue un invento de personas que no tienen la más pálida idea de lo que es la esencia del fútbol y ante una pandemia que afectó a todos por igual intentaron sacar provecho de la situación. Porque así es el capitalismo y así lo requieren estas mentes que sólo miran su propio ombligo.

Fue un invento tan inentendible que sólo duró 48 horas. Inclusive menos. Fue. Ya es pasado, porque ya no corre ni tiene sustento. De pasar a ser una idea brillante para algunos, se terminó derivando en un espanto que se hizo generalizado. Al pueblo lo que es del pueblo, con el fútbol ya demasiado dinero hicieron. No pueden sacarle su esencia.

No sé cuáles serán los negocios entre UEFA y estos clubes, desconozco si en el organismo europeo también hay telarañas que ocultan manejos que al ciudadano común le escapan. Pero de algo estoy seguro, la maniobra de la Superliga Europea fue aún más bochornosa que cualquier escenario posible dentro del fútbol mundial.

Miren, repasemos los nombres de quienes "fundaron" este papelón: Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal, Chelsea y Tottenham de Inglaterra; Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid de España; en Italia Juventus, Inter y Milan. ¿Quiénes quedaron? Menos que antes.

Barcelona ahora dice que dependerá de sus socios, Manchester City y Chelsea se bajaron por ver la reacción de sus hinchas. ¿A quién pueden hacerle creer que este invento es favorable para el fútbol en general? Realmente fue un capricho. Y como todo paso en falso, el gran error terminó saliendo a la luz de forma inmediata.