Las claves para que el Real Madrid haya vuelto a ser un equipo al que hay que temer
Entramos de lleno en la parte crucial de la temporada y el Real Madrid comienza a desplegar un juego mucho más efectivo y vistoso. Tanto en el partido intersemanal contra el Atalanta como en el disputado ayer sábado frente al Celta de Vigo, el equipo de Zidane dominó en todo momento cada faceta del juego y, pese a no vencer por un resultado excesivamente abultado fue dueño y señor del partido durante los noventa minutos.
Esta incipiente mejoría basa sus pilares en el progreso de varios aspectos. Uno de ellos es el paso adelante de Vinicius Júnior. El brasileño está aprovechando a la perfección la enésima lesión de Hazard para comenzar a demostrar al madridismo el por qué de la esperanza que todo el club ha depositado en él de cara al futuro. Si comienza a acompañar su versatilidad y su capacidad para el quiebro con una definición algo más precisa estaremos hablando de uno de los jugadores más desequilibrantes de la próxima década.
La vuelta de Sergio Ramos, ya sea en lo futbolístico o en lo anímico, le ha venido al equipo como anillo al dedo. La figura de Ramos va más allá de la de un capitán cotidiano, y es que alcanza el carácter de insignia, de referente, de figura esencial sin la cual su equipo se ve tremendamente afectado.
La temporada de los tres centrocampistas no se queda atrás. El nivel de Modric, Kroos y Casemiro es mayor que el de las dos últimas temporadas, cuando parecía que habían perdido ese hambre de ganarlo todo. Hablamos de tres centrocampistas de época que pasarán a la historia por formar uno de los mejores trivotes de todos los tiempos.
Si unimos todas estas piezas del puzzle entenderemos el por qué de la reciente mejoría de los blancos, una mejoría que llega en el momento ideal, cuando parecía que la temporada del Real Madrid se difuminaba en aquel derbi contra el Atleti. Dos semanas después el equipo está más vivo que nunca en la liga y en cuartos de final de la Champions en un cuadrante que, a priori, puede llegar a solventar.