Lewandowski anotó dos goles en cuatro minutos y encarriló la victoria del Barcelona

Jugó cómodo el Barcelona, sin presión, como cada vez que Unay Emery visita la Ciudad Condal. Xavi siguió siendo fiel a su idea, pero con cambios. Eran más que esperados. El técnico de Tarrasa había depositado demasiada confianza en dos jugadores como Dembélé y Raphinha, pero no fue respondida con buenas actuaciones. De ahí que Ansu y Ferrán entrasen en once como novedades, además de Frenkie de Jong que apunta a que será titular en las grandes citas y un gran Marcos Alonso que demostró que puede jugar como central si la situación lo requiere.
Solamente media hora le hizo falta al Barcelona para cerrar el partido, pero la sensación que le quedó a los 73.000 aficionados que se desplazaron al Camp Nou, no terminó de ser buena. ¿Por qué solamente el Barcelona hace estos partidos ante equipos que a priori son de nivel inferior? Durante tramos del partido se pudo sentir a un equipo sobrado, cosa que no se vio ante Real Madrid, Inter o Bayern. Uno de los casos más notables es el de Pedri. Un jugador que solo juega bien cuando el viento sopla a favor. Nadie duda de la magia del canario, pero sí de que cuando de verdad debe de ser diferencial, no lo es.
El Barcelona disputó todo el partido en un ataque posicional constante. De ahí nació el primer gol. El Villarreal en plena transición intentado salir se vio penalizado por una internada de Jordi Alba. Así llegó el primero de Lewandowski y solo tres minutos más tarde el segundo con un magnifico disparo desde la frontal del área. Además Ansu volvió a ver puerta, buena noticia para la selección española. Esta versión de Fati si que convence. Tres puntos más, a solo tres del líder y a pensar en Athletic Club y en el Bayern. El Barcelona espera a toros bravos en los próximos encuentros.