Lionel Messi, de debut con expulsión a ser el futbolista con más presencias en la Selección Argentina
Por Joaquín Jary
"¿Qué le pasa que no rinde en la Selección?"; "¿Por qué no juega igual que en el Barcelona?"; "¿Tiene ganas de jugar con la camiseta de su país?". Son tan solo algunos de los pretextos que se escuchan un día lunes en las calles de Argentina. Lionel Messi, desde el inicio de la Copa América, se encargó de seguir demostrando lo contrario y frente a Paraguay agigantó aún su figura: rompió un récord difícil de igualar.
El rosarino estaba en duda para la tercera fecha del certamen más antiguo de selecciones, pero a minutos del comienzo se confirmó lo contrario: eligió no descansar. Aquellos fieles del N°10 diremos que no pudo con la ansiedad. Ayer, apenas sonó el silbatazo inicial de Jesús Valenzuela, Messi superó a Javier Mascherano en un ranking: se convirtió, con 147 partidos disputados, en el jugador con más presencias en la historia de la Selección Argentina.
Atrás quedó aquel debut poco auspicioso donde fue expulsado, a los 92 segundos del ingreso, en un amistoso frente a Hungría y los amagues, fuera del campo de juego, ya con responsabilidades cargadas en sus hombros -hasta de poner al día a empleados-, de abandonar el manto Albiceleste por frustraciones deportivas. La Pulga, a días de cumplir 34 años lejos de su familia, su tesoro más preciado, sigue enloquecido por dejar en la vitrina de su país un trofeo que recuerde su nombre de por vida.
"Cambiaría todos los Balones de Oro por ganar el Mundial con Argentina"
- Lionel Messi, en Radio La Red (2014)
Mientras los usuarios enmascarados en cuentas anónimas y los odiadores seriales de la vida se encargan de discutirlo, el pequeño que no fue cobijado, sí, en suelo argentino, cuando necesitó de un tratamiento para jugar a la pelota, decide postergar fechas especiales (Día del Padre, cumpleaños), vacaciones de lujo y descanso con sus seres queridos, por un título aquí y en el transcurrir deja rastros.
Otro días más en que el zurdo escribe una hoja, además -entre otras- de la de máximo goleador (73 anotaciones), en el libro histórico de la AFA. Se le nota en la cancha. El aura es distinto. No sé si será por la presencia espiritual de Diego Armando Maradona que anda yirando por los aires o simplemente porque se encuentra libre de toda presión. Pero Lionel Messi, lejos de estar acabado, entrega sus últimos cartuchos con un semblante propia de una Leyenda.