Lionel Scaloni: el hombre en el que nadie confiaba salvo sí mismo y ahora puede consagrarse campeón en un Mundial
Si hay que admitirlo se admite y no hay ningún problema: yo era uno de los millones que dudaba de la elección de Lionel Scaloni como entrenador de la selección argentina, una vez que Claudio Tapia lo oficializó al frente del combinado mayor de la "Albiceleste".
No era debido a su capacidad o incapacidad para desarrollarse como director técnico, la incógnita era en torno a la elección del "Chiqui" teniendo en cuenta que se trata de un puesto codiciado para cualquier entrenador, y haberlo seleccionado sin ningún mérito previo era una apuesta arriesgadísima y poco confiable, con el diario del viernes.
Con el diario del lunes, nos tenemos que sacar el sombrero con el nacido en Pujato: creo que ni Tapia se imaginaba que el DT iba a consagrarse campeón de América, venciendo a Brasil en su tierra en la final; ganador de la Finalissima, superando al vigente campeón de Europa Italia; y ahora a un pasito de ser campeón mundial en Qatar 2022, con el vigente campeón Francia esperando a la vuelta de la esquina.
Scaloni se encargó de hacer la renovación de plantel, se encargó de rodear a Lionel Messi de la mejor manera tanto dentro como fuera de la cancha, se encargó de darle una identidad nueva al equipo, se encargó de darle lugar a chicos que antes no habían tenido la oportunidad. Se encargó de todo.
Los resultados mandan, claro está, pero que un plantel te defienda tanto te muestra a las claras la conducción de grupo que Scaloni tiene y que el mensaje que baja es claro y concreto.
Siempre mantuvo la calma, bancándose críticas de la prensa y de personalidades como Diego Maradona por su inexperiencia: primero interino para sustituir a Jorge Sampaoli a raíz del fracaso de Rusia; seis meses después confirmado en el cargo de seleccionador absoluto, Scaloni trabajó en silencio, con discreción y optimismo, y los resultados están a la vista. Ahora vamos por el más importante, para ser recordado toda la vida.